La agente que encontró la "mochila de Vallecas" en comisaría no puede determinar en qué bolsa de basura estaba

Actualizado: martes, 20 marzo 2007 12:50


MADRID, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -

La agente que encontró la denominada "mochila de Vallecas" entre otros efectos conducidos y almacenados en la comisaría de este distrito madrileño no pudo hoy determinar en qué bolsa de las que contenían enseres localizó el artefacto. La testigo explicó que la noche del 11 de marzo de 2004 se le encomendó la tarea de realizar un inventario de los objetos conducidos a la comisaría desde la estación de El Pozo. Tras encontrar el artefacto sin explosionar --dijo-- no anotó la bolsa-bomba en el listado que elaboraba y no pudo recordar cúal fue el número de inventario del efecto localizado inmediatamente antes de la conocida como "mochila de Vallecas".

Explicó que tras comprobar que lo hallado era una bomba, se procedió inmediatamente al desalojo del recinto y la localización de esta mochila no quedó reflejada en la lista que se encontraban elaborando, por lo cual es imposible determinar junto a que otros objetos se encontraba la mochila. Todos los afectos se encontraban distribuidos en bolsas de basura grandes que fueron depositados en una sala de la comisaría. Según indicaron a la agentes compañeros de su comisaría, las bolsas procedían de la estación de cercanías de El Pozo.

La agente, que apenas llevaba dos días de servicio en el Cuerpo Nacional de Policía cuando realizó junto a otro compañero este listado, afirmó que al comprobar que había un explosivo en el interior la mochila de deportes dió "inmediata comunicación" a la subinspectora de la comisaría que ordenó el desalojo del centro, y dio aviso a la unidad de los TEDAX.

A preguntas del presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, que intervino en el interrogatorio para inquirir sobre por qué motivo dicha bolsa no estaba inventariada y relacionada en el listado confeccionado, y que preguntó a la agente si recordaba el número de la bolsa que precedió al hallazgo del artefacto, la testigo no pudo contestar.

La testigo afirmó que precisamente fue el último objeto que inventarió de una de las bolsas de basura grandes. Dijo que era una mochila de deportes azul, al abrirla apreció un teléfono móvil, que sacó del interior y vio que "había unos cables conectados" desde la ranura del cargador a "un paquete en el interior".

La agente también relató que todos los enseres de la estación de El Pozo se agrupaban en "una bolsas de basura oscuras" anudadas por la parte superior. No obstante, afirmó que dichas bolsas no estaban grapadas "porque no fue necesario romperlas" para acceder a los objetos que contenían.

También precisó que el teléfono móvil unido al explosivo estaba apagado y que no vio nada en la pantalla que le llevara a pensar que estaba conectado, y añadió que recuerda que uno de los cables conectados al teléfono era de "color rojo".

MARCADA CON EL NUMERO 5

Por su parte, el agente de policía nacional que ayudó a la anterior a confeccionar la lista de los efectos conducidos a la comisaria del Puente de Vallecas desde la estación de El Pozo, corroboró la declaración de su compañera en cuanto a la descripción de los objetos agrupados en grandes bolsas de basura en una habitación de las dependencias policiales. Precisó, además, que la bolsa de deportes azul que contenía el artefacto explosivo estaba marcada "con el número 5".

Indicó que se habilitaron dos despachos con ordenadores. Los efectos eran sacados de la sala donde se encontraban amontonados y se llevaban a la preparada para realizar la lista. En concreto la bolsa donde se localizó la mochila-bomba fue conducida de la sala principal a la secundaria donde se realizaba el inventario.

Cuando localizaron la bomba habían abierto más de dos y más de tres", indicó aunque no supo precisar en cúal de las bolsas de basura con objetos se encontró el artefacto. "Detuvimos la relación de efectos y no quedó reflejado en el listado", concretó.

El agente explicó que la conocida como "mochila de Vallecas" tenía "un peso considerable". "De hecho mi compañera me dijo: esta bolsa pesa. Tuve ocasión de cogerla. Pesaba entre 10 y 12 kilos". Según su descripción era una bolsa de deportes con asas cortas y recubrimiento de polipiel. "Me acerqué de un salto cuando mi compañera la abrió y ví un teléfono móvil con dos cables, uno rojo y uno azul, y una bolsa de basura azul clarito. Estaba marcada con el número 5", especificó.