BARCELONA/MADRID, 30 Abr. (OTR/PRESS) -
El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, se reunió hoy con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con motivo de la cesión del Castillo de Montjuic al Consistorio de la Ciudad Condal que aprobó el Consejo de Ministros el pasado viernes. El primer edil socialista expresó su "satisfacción" por un acontecimiento que calificó de "histórico" y que permitirá que "Montjuic nunca más será sinónimo de opresión, sino de civismo, ciudadanía y paz". Sin embargo, los socios de gobierno de Hereu fueron muy críticos con la escenificación que ha conllevado el cese del Castillo, porque entienden que supone un golpe de efecto electoral.
Tras un encuentro de cerca de dos horas, Hereu destacó en rueda de prensa, la importancia de "la relación bilateral" con el Gobierno de Zapatero para "establecer mecanismos más rápidos y eficaces", aunque no se olvidó de destacar "que hay un trabajo previo desde los grupos municipales durante cerca de tres años que ha sido la base de la negociación". La orden ministerial de cesión del Castillo de Montjuic, que entrará en vigor a partir de su publicación en el Boletín Oficial del Estado el próximo jueves, implica "la cesión total" y el "uso pleno" del edificio por parte del Ayuntamiento.
Hereu remarcó también que con esta orden se da fin a "un largo proceso" de reivindicaciones desde Cataluña "no exento de dificultades", por lo que llegó incluso a calificar el hecho de "histórico". "Montjuic nunca más será sinónimo de opresión, sino de civismo, ciudadanía y paz", proclamó el alcalde, recalcando que con la orden queda modificada la ley de 1960 por la que se ponían las condiciones para la creación de un Museo del Ejército en estas dependencias. "El Castillo tendrá un uso cívico basado en la cultura, el deporte y la naturaleza", subrayó.
Según la misma orden, la modificación de dicha ley se realiza en términos de "utilidad pública e interés social" con el propósito de crear en el Castillo un "Centro de la Paz, desde el que se difundirán la cultura de los Derechos Humanos y el diálogo en la resolución de conflictos". Además, se establecen las bases para la creación de un consorcio formado por, al menos, el Ministerio de Defensa, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona para la gestión de dicho centro de la paz.
ANTENAS Y BANDERAS
La orden fija además que el Castillo "seguirá albergando provisionamente las antenas y las redes de comunicación allí instaladas" y que hacen servicios a Protección Civil, Guardia Urbana y Cruz Roja, "así como las depedencias que fije el Ministerio de Defensa como necesarias para el personal militar destinado a su vigilancia y custodia". Por último, se estipula que en el Castillo deben ondear cuatro enseñas: de Barcelona, Cataluña, España y la UE "dado el carácter público del edificio y para reflejar la colaboración de las Administraciones concernidas".
Pese a la satisfacción de Hereu, los socios de gobierno del alcalde (ERC e ICV) no vieron con buenos ojos la reunión del primer edil con el presidente del Gobierno. La tercera tenientealcalde y candidata de los ecosocialistas a la Alcaldía, Imma Mayol, consideró que Hereu "ha preferido ser candidato del PSC que ser alcalde de Barcelona" por haber escenificado "un regalo de Zapatero a su partido" en lugar de "liderar una conquista social de la ciudad de Barcelona", por lo que no dudó en calificar al presidente del Gobierno de "cómplice" del alcalde.
Por su parte, el candidato de ERC a la Alcaldía de Barcelona, Jordi Portabella, criticó a Hereu por "atribuirse en singular" la cesión de Montjuic cuando es "un éxito de todas las formaciones políticas y del conjunto de los barceloneses". Aunque dijo que su partido no se posicionará definitivamente sobre la cesión del Castillo hasta que no conozca los contenidos del decreto, Portabella no dudó en considerar que en la orden no debería hacerse referencia a las banderas, porque "ya existe un marco legislativo general" sobre el tema y exigió "la retirada de las antenas".
