Amigos de la víctima de Vilanova increpan a los presuntos autores y a la policía a su llegada al juzgado para declarar

VILAGARCÍA DE AROUSA 11 Sep. (EUROPA PRESS) -

Un numeroso grupo de amigos y familiares del joven Cristian Wiwisch Diz, fallecido la madrugada del sábado como consecuencia de una puñalada en un bar de Vilanova (Pontevedra), se presentaron esta mañana ante los juzgados de Vilargacía de Arousa para esperar la llegada de los tres implicados en el homicidio, que hoy declararán ante el juez tras concluir la Guardia Civil de Pontevedra las diligencias.

A medida que se aproximaba el furgón de la Benemérita con los detenidos, el entorno de la víctima comenzó a arremeter tanto contra los presuntos autores como contra el cuerpo armado y la policía, por considerarlo en parte responsable por no haber reaccionado tras la primera discusión, ya que el episodio mortal no se produjo hasta tres horas y media después.

Los amigos del fallecido llegaron incluso a arrojar una piedra contra el vehículo, lo que llevó a la policía a acordonar la zona para evitar mayores incidentes, puesto que las escenas de dolor y la tensión entre los presentes iba en aumento, con cada vez más insultos y empujones a los miembros de la Guardia Civil.

Así, el furgón quedó estacionado en uno de los callejones adyacentes a los juzgados de Vilagarcía, donde los tres implicados ya han pasado a disposición de número 2, después de que ayer prestasen declaración ante la Guardia Civil de Pontevedra, donde se entregaron el pasado domingo.

SUCESIÓN DE LOS HECHOS

Los jóvenes, Antonio P.A. 'O Cuco', de 21 años, al que se considera presunto autor de la puñalada mortal; Abraham R.A., de 18 años; y Roberto M.M., de 26, pasaron la noche en el calabozo de la Guardia Civil de Pontevedra hasta que el juez los llamó a declarar.

Cristian Wiwish, de 19 años de edad y vecino de A Illa de Arousa, murió acuchillado en el transcurso de una discusión que se inició en torno a las tres de la madrugada en la discoteca Ilusión y concluyó unas tres horas y media después, en las inmediaciones del bar Troula. Tras el crimen, los supuestos agresores escaparon en un vehículo y se entregaron al día siguiente.