AMPL.- Gómez (PSM) subraya la "gran distancia" de la política de Aguirre respecto a la Constitución Española

Actualizado: jueves, 20 noviembre 2008 11:49

"La crisis ha demostrado que el fanatismo desregulador y desprotector, la privatización exacerbada, dejan sin horizonte"

MADRID, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

El secretario general del Partido Socialista de Madrid (PSM), Tomás Gómez, subrayó hoy la "gran distancia" de las políticas de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, respecto a la Constitución Española, y a los valores que ésta defiende.

"Los ataques a la libertad sindical, la deslegitimación de los actores del diálogo social, el reclamo de la desaparición del salario mínimo y de las redes de protección más elementales, así como el rechazo ideológico a la igualdad, no solo se confrontan con el modelo social europeo, sino que pretenden borrar derechos asegurados a los trabajadores y a todos los ciudadanos hace ya muchas décadas", manifestó.

En un desayuno informativo organizado por el Forum Europa, Gómez defendió hoy un modelo próximo al de la Constitución que en unos días celebrará su 30 aniversario. "No hará falta que les subraye a qué gran distancia de esos principios se encuentran hoy la dinámica de gobierno y las políticas efectivas de nuestra Comunidad", destacó.

"Desde la oposición útil me propongo hacer frente, con toda determinación y en defensa de los ciudadanos, a las propuestas neoconservadoras que han encontrado el reducto más radical en quienes hoy gobiernan y en quienes aspiran a relevarles ofreciendo un radicalismo aún más rabioso", consideró.

El líder socialista indicó que "la crisis ha mostrado el fracaso de las políticas neoconservadoras, de la ideología neoliberal, y su inadecuación para el nuevo escenario". "La crisis ha demostrado que el fanatismo desregulador y desprotector, la privatización exacerbada, el beneficio depredador como único horizonte, dejan sin verdadero horizonte a las sociedades", planteó.

De este modo, pidió el abandono por parte de Aguirre "de una forma de actuar que convoca continuamente a la confrontación y a la pelea en vez de a la cooperación y a la corresponsabilidad", porque "son los ciudadanos las víctimas auténticas del victimismo impostado de sus gobernantes".

Esa forma de hacer política, dijo, conformará su forma de gobernar si logra ganar las elecciones de 2011. Así, el líder de los socialistas madrileños lamentó que a diferencia del Madrid que fue "referencia de libertad, modernidad, pluralismo, vitalidad social y creatividad cultural para todos los españoles", hace "demasiado tiempo que las instituciones de gobierno madrileñas se han alejado de la comprensión de la pluralidad española". "Por mera táctica política, han manoseado sentimientos y símbolos de todos. Han construido un mundo maniqueo, en el que los culpables son los demás, siempre gobernados por otras fuerzas políticas", destacó.

A su juicio, "todo lo que hemos ganado en prosperidad lo hemos perdido en empatía, con resultado de antipatía o rechazo en muchas partes de España, aislamiento y confrontación". Así, dijo que lo primero que hará será "poner fin a las coaliciones negativas con Comunidades que han adoptado la misma estrategia de oponerse por sistema al Gobierno de la Nación". "Coaliciones para incumplir leyes aprobadas por el Parlamento, como la educación para la ciudadanía, o para frenar derechos reconocidos a los ciudadanos, como la atención a la dependencia", explicó.

"Con esas actitudes, Madrid, no puede aspirar a ocupar una posición central en la política española, a ser un lugar de encuentro, un punto de referencia comúnmente aceptado. Porque solo podemos aspirar a ejercer un tipo de liderazgo cooperativo, me propongo recuperar ese perfil lamentablemente perdido", indicó.

Gómez defendió el modelo socialdemócrata, ahora más que nunca: "Me propongo proyectar los valores positivos que caracterizan el periodo democrático y que la sociedad madrileña asume y practica mejor que sus gobernantes.La negociación del nuevo modelo de financiación autonómica debería servir para avanzar en esa dirección", .

En este sentido, dijo entender la financiación como un instrumento para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, no como un fin en sí mismo. "Defiendo para Madrid una financiación suficiente para desarrollar plenamente sus competencias; mayor capacidad y disponibilidad fiscal; en la que la variable población sea un factor relevante", sentenció.

CRISIS ECONÓMICA

En cuanto a la crisis económica, consideró que ésta obliga a reflexionar. "El próximo año se cumplirán veinte desde la caída del Muro de Berlín. Aquel símbolo fue saludado como el triunfo definitivo de la democracia y del mercado frente al autoritarismo y la ineficacia de la economía planificada, pero lo cierto es que, desde entonces, el triunfo del mercado ha sido más incontestable que el de la democracia. La democracia ha tenido enormes dificultades para esparcirse y consolidarse y hemos asistido a la existencia de mercado sin democracia en extensas áreas del mundo con miles de millones de seres humanos", subrayó.

Y es que, a su juicio, "la supremacía del mercado ha creado una burbuja de autocomplacencia, y el despotismo ideológico de quienes argumentaron que, funcionando el mercado, la política era un estorbo innecesario, y la acción pública un obstáculo para la libertad". "Con ese fundamento avanzaron sin límite las agendas desregulatorias y desprotectoras, se debilitaron los contenidos políticos de los proyectos supranacionales, se ignoraron las necesidades de construir mecanismos de gobernabilidad mundial. La estrategia neoconservadora, basada en la división de la sociedad, en la confrontación política total y en el ejercicio del poder duro frente a todo conflicto, segó toda oportunidad a una perspectiva multilateral", manifestó.

"Todo ese esquema global no se ha venido abajo. Aún no se ha venido abajo. Pero ya ha quedado demostrado su fracaso. El mundo ha entrado en una etapa de transición que requiere cambios. .No es posible la economía financiera global sin controles institucionales. Ni la competencia real en mercados abiertos sin reglas del juego consensuadas. No son ya posibles organismos internacionales donde sólo decidan unos pocos. No habrá seguridad con brechas tan profundas de desigualdad", planteó.