AMPL-Representantes de policías y guardias civiles achacan la actitud de Pedraz a no haber sufrido a ETA "en sus carnes"

Actualizado: viernes, 8 agosto 2008 20:00

Pese a la petición de amparo del juez, los sindicatos insisten en sus críticas y alguno pide incluso que salga de la Audiencia Nacional

MADRID, 8 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), la Unión de Oficiales (UO) y varios sindicatos policiales se sumaron hoy a las criticas vertidas desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP) al juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz por haber rechazado la incomunicación de un detenido en delito flagrante de terrorismo callejero, negar el registro de viviendas vinculadas al arrestado y ponerlo después en libertad bajo fianza de 6.000 euros. Los representantes de policías y guardias civiles insisten en que el magistrado toma esas decisiones porque no ha sentido "en sus propias carnes" la acción del terrorismo, a diferencia de los agentes y sus familias.

El juez ha pedido hoy amparo al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) después de que ayer el secretario general del Sindicato Unificado de Policía (SUP), José Manuel Sánchez Fornet, le llamara "típico pijo-rojo de los años ochenta que no acaba de entender lo que es el terrorismo". La Comisión Permanente del CGPJ debatirá la cuestión el próximo día 13.

El secretario general de la Confederación Española de Policía (CEP), Ignacio López, mostró hoy su "total apoyo" a las declaraciones de Sánchez Fornet e ironizó: "No acostumbro a comentar resoluciones judiciales, por indeseables y repulsivas que me parezcan, caso de ésta".

Asimismo, desde la CEP se destacó lo difícil que resulta detener a un terrorista callejero 'in fraganti', como ocurrió con A.H.B, apresado por unos guardias civiles fuera de servicio cuando acababa de arrojar varios cócteles molotov contra la Subdelegación del Gobierno en Alava. "Que no nos acordemos de este incidente porque reaparezca como miembro de un comando de ETA", añadieron desde la CEP, en referencia al salto a la banda terrorista de un gran número de militantes de la violencia callejera.

"QUE SE VAYA A OTRO TRIBUNAL".

Desde la Unión Federal de Policía (UFP), su portavoz, Alfredo Perdiguero, dijo de Pedraz que "no se sabe si va o viene", al tiempo que recordó cómo el juez de la Audiencia Nacional dejó en libertad a tres etarras acusados de asesinar al político del PP Manuel Giménez Abad después de que su compañero en el Alto Tribunal, Baltasar Garzón, hubiese decidido lo contrario. "No se sabe por qué toma estas decisiones. ¿Tiene miedo? Si e así que se vaya a un tribunal ordinario donde no tema represalias", añadió Perdiguero, en declaraciones a Europa Press.

Por su parte, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), mayoritaria en el Instituto Armado, por boca de su secretario general, Alberto Moya, afirmó, en referencia a las palabras de Sánchez Fornet: "Las cosas se pueden decir de muchas formas, pero la verdad sólo tiene un camino".

Moya, en declaraciones a Europa Press, se fijó en el ataque contra la Subdelegación del Gobierno en Vitoria y recordó que los ataques contra edificios públicos, entre otras cosas, "amenazan la vida de los agentes que las custodian". Con la decisión de Pedraz, según Moya, se reafirma la percepción de que "atentar contra policías y guardias civiles sale muy barato en este país".

"EL TERRORISTA DE HOY ESTUVO AYER EN LA KALE BORROKA".

"Nos sorprende que la decisión (de Pedraz) venga de alguien que debería conocer que los terroristas de hoy son los jóvenes de la 'kale borroka' de ayer", añadió el secretario general de AUGC. "Necesitamos el apoyo sin fisuras de la sociedad y de todo el Estado de Derecho. Una operación antiterrorista conlleva mucho trabajo y mucho riesgo", concluyó Moya.

Finalmente, un portavoz de la Unión de Oficiales de la Guardia Civil se alineó con la crítica de Sánchez Fornet, quien ayer dijo que si a lo mejor Pedraz cambiaba de criterio si le atacaban todos los días su casa con cócteles molotov, y afirmó que "para que estos jueces valoren el sufrimiento en el País Vasco de los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado y sus familias lo tendrían sentir en sus propias carnes".