(Ampliación) El TSJA eleva la condena del parricida de Lena a nueve años y medio de cárcel

Actualizado: miércoles, 11 julio 2007 16:25

OVIEDO, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) ha elevado a nueve años y seis meses la pena de cárcel a Ignacio A. T., el hombre condenado por matar a su madre en la localidad asturiana de Pola de Lena, según consta en la resolución judicial a la que tuvo acceso Europa Press.

La Audiencia Provincial había dictado inicialmente una condena de seis años de prisión para el parricida que convivió con el cadáver durante un mes porque "no quería separarse" de su madre, según declaró ante el juez. En la sentencia, que fijaba además una indemnización para la hermana de la víctima de 40.000 euros, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial aplicó la eximente incompleta de grave adicción al consumo de drogas y alcohol, así como la atenuante de confesión.

El TSJA ha estimado, sin embargo, el recurso presentado por la fiscalía revocando la resolución inicial. El Tribunal Superior aprecia la existencia de la circunstancia agravante de parentesco y la no concurrencia de la atenuante de confesión de la infracción, tal como pedía el Ministerio Público en su recurso.

La Sala de lo Civil y lo Penal del TSJA ha expresado conformidad con la petición del fiscal que considera que la eximente incompleta de intoxicación fue apreciada por el jurado en base exclusivamente a "los testimonios de los amigos del acusado que le acompañaban en sus salidas nocturnas", así como de las pruebas que demuestran que era consumidor de drogas y alcohol.

Asimismo, el fiscal recurrió la aplicación de la atenuante de confesión por el "excesivo tiempo" transcurrido desde que ocurrieron los hechos hasta que, por causas ajenas a la voluntad del acusado, fue descubierto el cadáver y a las sucesivas declaraciones iniciales del parricida con el "exclusivo ánimo de eximirse la responsabilidad".

Ignacio A. T. asesinó a su madre, Caridad Álvarez, el 13 de enero de 2006 en su domicilio de Pola de Lena y guardó el cadáver durante un mes. En el juicio, el homicida dijo que tapó el cuerpo sin vida de la fallecida con una manta porque "no quería desprenderse de ella". junto al cadáver colocó una foto del pueblo natal de la madre y una cámara de fotos.

En el juicio, declaró no acordarse de nada de lo sucedido el día del crimen y manifestó que cuando se levantó de la cama vio el cuerpo de la mujer tendido en el suelo del pasillo en un charco de sangre y una navaja. El fiscal solicitó inicialmente una pena de 18 años de prisión para el acusado por un delito de asesinato con alevosía por entender que "se encontraba en plenas facultades mentales".