MADRID, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los análisis de ADN practicados tras la entrega temporal por parte de Francia de Dolores López Resina han permitido vincular a esta miembro de ETA con los secuestros de los empresarios vascos Cosme Delclaux (en la imagen) y José María Aldaya, cometidos ambos hace más de diez años. El cotejo realizado por la Policía Científica del ADN de la etarra a su llegada a Madrid, el pasado 10 de julio, con el de una capucha hallada en 2001 en el zulo donde habían sido retenidos los secuestrados ha dado un resultado positivo, informó hoy Interior.
Tras su llegada a España, el Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional dictó una resolución por la que se procedió a tomar sus muestras biológicas, junto a las de Mirien Agurtzane Delgado Iriondo, para continuar con las investigaciones desarrolladas hasta ese momento. Tras los correspondientes análisis efectuados en dichas muestras, los funcionarios de la Unidad Central de Análisis Científicos de la Comisaría General de Policía Científica, procedieron al cotejo de los perfiles genéticos obtenidos con los datos que figuran en la base existente en el laboratorio.
El cruce de datos permitió obtener la coincidencia del perfil genético de Dolores López Resina con el que se obtuvo del estudio y análisis de una capucha de lana de color negro, recogida durante la inspección policial realizada el 9 de enero de 2001 en un 'zulo' localizado en una nave industrial situada en el Polígono de Gaviria del Barrio de Ventas de la localidad de Irán (Guipúzcoa). ETA utilizó ese 'zulo' en los secuestros de Declaux y Aldaya.
Dolores López Resina, alias 'Lola', nació en Sierro (Almería) el 20 de febrero de 1951. Perteneció al 'comando Barcelona' y participó en la colocación de dos coches-bomba que explosionaron en un restaurante del puerto de la Ciudad Condal y en la estación ferroviaria. También está implicada en otros tres coches-bomba que se lograron desactivar.
Este comando, durante el período en el que colaboró la ahora extraditada, también asesinó al coronel del Ejército de Tierra, Leopoldo García Campos en 1994, y en el mismo año protagonizó el lanzamiento de granadas contra el Gobierno Militar de Barcelona, con el resultado de una persona muerta y once heridos.
Tras ser desarticulado el comando, López Resina huyó a Francia y regresó ese mismo año como integrante de un grupo de ETA especializado en secuestros, cuyos integrantes compraron la nave en Irún y la acondicionaron para los secuestros de José María y de Cosme Delclaux. En ese mismo año, 'Lola' regresó a Francia donde se integró de nuevo en la estructura de ETA. Su detención se produjo en septiembre de 2001 en Dax (Francia) junto con la dirección del aparato logístico de la banda terrorista, que estaba preparando un próximo robo de explosivos.
López Resina está reclamada por el Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional por atentado en grado de tentativa. Además, el mismo Juzgado la reclama por asesinato consumado, ocho asesinatos frustrados, estragos, utilización ilegítima de vehículos y falsificación de placas de matrícula, y, por delito de secuestro en virtud de otro procedimiento diferente.
Por otra parte, el Juzgado Central de Instrucción número 4 la reclama por pertenencia a banda armada, depósito de armas de guerra, tenencia de explosivos, falsificación de placas de matrícula, y falsificación de documentos oficiales y de identidad. Además, el Juzgado Central de Instrucción número 1 la solicita por secuestro, tenencia ilícita de armas y falsificación de placas de matrícula, y por otros cinco procedimientos más por diferentes delitos.
REFORMA LEGAL
En estos momentos, el Parlamento está tramitando la reforma legal impulsada por el Ministerio del Interior en materia de ADN. Según los cálculos policiales, tras la entrada en vigor de la nueva norma se podrán esclarecer a medio plazo más de 5.000 crímenes que en estos momentos permanecen sin resolver, según añade en una nota el Ministerio del Interior.
El principal objetivo de la reforma es el de crear y regular la base de datos policial que unifique todos los ficheros de perfiles de ADN con que actualmente cuenta el Ministerio del Interior. La información contenida en la base de datos constituirá un recurso fundamental para resolver determinados tipos de investigaciones, como las dirigidas a identificar cadáveres, las de averiguación del paradero de personas desaparecidas; pero, fundamentalmente, las realizadas por las autoridades judiciales y policiales de cara al esclarecimiento de aquellos delitos considerados de especial gravedad o generadores de alarma social.
De esta manera, en el marco de las investigaciones por los delitos de esta naturaleza que se enumeran en el Anteproyecto -catálogo que incluye los delitos contra la vida, la integridad de las personas y la libertad sexual, el robo con fuerza o violencia, así como los delitos de terrorismo o los de delincuencia organizada-, los identificadores obtenidos del ADN de sospechosos, detenidos o imputados, se incluirán, sin que sea necesario el consentimiento de éstos, en la base de datos.
