Arrimadas afirma que la mesa de diálogo con Cataluña supone dar un trato "de segunda" a otras CCAA que sí cumplen la ley

La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas.
La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas. - Cézaro De Luca - Europa Press
Publicado: martes, 29 junio 2021 14:09

MADRID, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -

La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha afirmado este martes que el hecho de que exista una mesa de diálogo entre el Gobierno de España y la Generalitat de Cataluña supone dar un trato "de segunda" a los ciudadanos de otras comunidades cuyos gobiernos autonómicos sí cumplen las leyes mientras el presidente Pedro Sánchez usa ese foro para "ceder ante el separatismo".

En una entrevista en TVE, recogida por Europa Press, Arrimadas ha dicho que no hace falta "inventarse" algo como la mesa de diálogo con el Govern porque el Ejecutivo central ya tiene mecanismos para conversar con las autoridades autonómicas sobre cuestiones que atañen sus competencias, "no para ceder ante el separatismo".

Asimismo, ha indicado que ya hay "una mesa de diálogo fantástica" que se llama Parlament de Cataluña, donde están representados tanto los partidos independentistas como los no independentistas, y otra de ámbito nacional que es el Congreso de los Diputados. A su juicio, "obviar estas instituciones para saltárselas" significa "caer en la trampa del nacionalismo".

La líder de Cs se ha preguntado por qué Andalucía, por ejemplo, no puede tener una mesa de diálogo con el Gobierno de España como la que tiene Cataluña. "Estoy muy cansada con eso de los de primera, de segunda y de tercera. Somos todos españoles de primera", ha subrayado.

Considera que "ya está bien de ceder ante los que se saltan las leyes y hacen las cosas mal". Mientras Sánchez lleva "entre algodones" a la Generalitat, cuyo Gobierno "se salta las leyes, incumple las sentencias" e "insulta y humilla" a los catalanes no separatistas, "olvida" a las comunidades que "cumplen la ley y no la lían", ha lamentado.

"CEDER" ANTE EL INDEPENDENTISMO NO FAVORECE LA RECONCILIACIÓN

Arrimadas ha defendido que lo que "no funciona" para promover la reconciliación en Cataluña es lo que, en su opinión, han estado haciendo los gobiernos del PP y del PSOE durante 40 años, que es "ceder, ceder y ceder, pensar que Cataluña es el independentismo" y permitir que se vulneren "los derechos más básicos de muchos catalanes".

Frente a eso, le gustaría que el Gobierno de España dejase de escuchar e interpelar "solo" a los separatistas y tuviese en cuenta a la otra mitad de Cataluña. También ve necesario que se respeten las sentencias y las leyes, que en esta comunidad haya "una presencia del Estado que garantice los derechos de los ciudadanos y que los catalanes empiecen a hablar de los temas que les "unen", como la sanidad, la educación o el empleo.

Respecto a la cena que compartieron el pasado domingo en la Fira de Barcelona el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragons, y el rey Felipe V durante la inauguración del Mobile World Congress, la líder de Cs ha dicho que si se está "celebrando" que el presidente catalán comparta un espacio con el jefe del Estado, esto demuestra que en Cataluña "no hay normalidad ni respeto institucional desde hace mucho tiempo".

LAS MENTIRAS DEL PSOE EN CAMPAÑA ELECTORAL

Por otro lado, ha reivindicado la oposición frontal de Ciudadanos al nacionalismo y ha rechazado que su mal resultado en las últimas elecciones catalanas, donde pasaron de 36 escaños en el Parlament a solo seis, deba llevarles a suavizar ese discurso.

"¿Si fuera tan maravilloso ser blanditos con el separatismo, ¿por qué Sánchez e Illa no se presentaron" a las elecciones "diciendo que iban a ser los mejores amigos del separatismo?", ha planteado tras acusar al líder del PSOE y al candidato del PSC a la Generalitat en los comicios catalanes de febrero, Salvador Illa, de "mentir" a los votantes para ganarse su apoyo en las urnas.

Arrimadas ha recordado que quienes votaron a Sánchez en las elecciones generales de noviembre de 2019 lo hicieron tras escucharle decir que "no cogía el teléfono" al entonces presidente de la Generalitat, Quim Torra, que iba a traer a España al expresident Carles Puigdemont para que fuera juzgado por el proceso independentista de 2017, que tipificaría como delito la convocatoria de referéndums ilegales y que no indultaría a los condenados por el 'procés'".

"Y ahora hace todo lo contrario" porque está dispuesto a hacer "lo que sea para mantenerse en Moncloa", ha criticado. A su modo de ver, el jefe del Ejecutivo ya dejó claro que elegía el camino de "las cesiones al separatismo" cuando, en vez de pactar los Presupuestos Generales del Estado de 2021 con Ciudadanos, optó por "coger la mano de Junqueras, Otegi, Puigdemont y Rufián" al acordarlos con los partidos independentistas.