Atentado.- Los obispos condenan "enérgicamente" el atentado y expresan su "afecto" a los familiares

Actualizado: sábado, 1 diciembre 2007 15:21

MADRID, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -

Los obispos condenaron hoy "enérgicamente" el atentado terrorista de ETA en la localidad francesa de Capbreton, al suroeste de Francia, y expresaron su "afecto y sincera solidaridad" con las víctimas, "especialmente con los familiares de las personas directamente afectadas".

En rueda de prensa, el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el padre Juan Antonio Martínez Camino, leyó la nota en la que los obispos recuerdan que el terrorismo es "intrínsecamente perverso, del todo incompatible con una visión moral de la vida, justa y razonable" y que "no sólo vulnera gravemente el derecho a la vida y a la libertad, sino que es muestra de la más dura intolerancia y totalitarismo".

Frente a esta situación, los prelados emplazan al "Gobierno, los partidos políticos y todas las instituciones estatales a trabajar conjuntamente, con todos los medios legítimos a su alcance, para que llegue cuanto antes el fin del terrorismo". "Todos están obligados a anteponer la unión contra el terrorismo a sus legítimas diferencias políticas o estratégicas", alertan.

Asimismo, recuerdan que "una sociedad que quiera ser libre y justa no puede reconocer explícita ni implícitamente a una organización terrorista como representante político legítimo de ningún sector de la población, ni puede tenerla como interlocutor político".

Además, señalan que el terrorismo "no produce sólo daños materiales y desgracias personales y familiares", sino que "genera también en la sociedad un grave deterioro moral". "La vida, la integridad física y la dignidad de las personas se convierte en moneda de cambio de objetivos políticos; la fuerza tiende a convertirse en factor decisivo en la organización de la vida pública; el que piensa de otra manera no es sólo un adversario, sino que se convierte también en enemigo", indican.

Por eso, afirman que la respuesta de la sociedad frente a la amenaza terrorista "no podrá ser suficientemente firme y efectiva, mientras no se apoye en una conciencia moral colectiva sólidamente arraigada en el reconocimiento de la ley moral que protege la dignidad y la libertad de las personas". "En esta tarea la Iglesia y los católicos queremos ofrecer resueltamente nuestra mejor colaboración", añaden.

Por último, aseguran que "al condenar enérgicamente este atentado", constatan una vez más que el terrorismo constituye "una estructura de pecado" y piden a las comunidades cristianas que "perseveren en la oración por las víctimas del terrorismo y por sus familiares, por la conversión de los terroristas y el cese de la violencia, y para que Dios otorgue sabiduría y fortaleza a los gobernantes en sus decisiones y acciones, encaminadas a la desaparición del terrorismo".