BILBAO, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -
La onda expansiva de la bomba utilizada para atentar contra el cuartel de la Guardia Civil de Durango desplazó restos de vehículos de la Benemérita aparcados en la zona hasta una distancia de 150 metros del lugar donde estaba colocada la furgoneta.
Varios vehículos Nissan Patrol de la Guardia Civil aparcados fuera del cuartel sufrieron daños, quedando alguno de ellos totalmente destrozado.
Restos de estos vehículos aparecieron a una distancia de 150 metros del lugar de la explosión e incluso un capó de un Nissan Patrol apareció en unas obras colindantes.
Además de los daños en los vehículos y el edificio de la Guardia Civil, también han sido importantes los desperfectos en los edificios de las viviendas colindantes, ya que se han producido rotura de cristales y de persianas.
Como consecuencia de la caída de esos cristales, también han sufrido daños los vehículos estacionados junto a las viviendas de la zona.
La furgoneta bomba explotó sobre las tres y media en un aparcamiento anexo al cuartel, en su parte trasera. La deflagración destrozó también el muro que rodea el estacionamiento, contra el que quedó empotrado un Nissan Patrol.
