ONDARROA (VIZCAYA), 21 Sep. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de la presidencia de EB-Berdeak, Mikel Arana, manifestó hoy su "más enérgica condena" por los atentados perpetrados esta pasada madrugada por ETA contra la Caja Vital en Vitoria y la Comisaría de la Ertzaintza en Ondarroa (Vizcaya) y advirtió a la izquierda abertzale de que, "si calla" ante la banda terrorista, "no tendrá legitimidad para exigir al resto de partidos su apoyo contra las ilegalizaciones".
Tras visitar, acompañado del secretario Institucional de la formación de izquierdas, Iñaki Santamaría, la comisaría de la Ertzaintza en Ondarroa, Arana trasladó el "apoyo y solidaridad" de EB a la ciudadanía de Vitoria, porque la Caja Vital es una entidad que "representa a todos", e igualmente mostró su "respaldo" a los heridos en Ondarroa y al conjunto de la Policía Autónoma vasca, que "se encuentra en el punto de mira de ETA".
Por ello, consideró "necesario" que "todas las formaciones políticas, agentes sociales y ciudadanía en general" exprese su "respaldo" a este Cuerpo. Arana exigió a la izquierda abertzale que condene estos atentados terroristas contra la Caja Vital y la Ertzaintza, que "representan la voluntad de la ciudadanía vasca y ambas son instituciones valoradas y respetadas por la sociedad alavesa y la vasca".
A su juicio, la izquierda abertzale "no tendrá ninguna legitimidad política, ni democrática, ni ética" para exigir al resto de formaciones políticas "apoyo y solidaridad contra la ilegalización de sus siglas si permanece callada y mira para otro lado" mientras ETA atenta contra instituciones como Caja Vital y Ertzaintza en dos acciones terroristas que "podrían haber constituido una auténtica tragedia".
"Guardar silencio ante dos atentados de esta naturaleza es políticamente reprobable y éticamente inadmisible porque demuestra insolidaridad, intolerancia e inhumanidad", señaló.
Finalmente, el dirigente de EB reclamó a ETA su "inmediata disolución por y para siempre y sin condiciones" porque todas sus acciones constituyen "una violación de los Derechos Humanos fundamentales" y un "atentado contra la voluntad mayoritaria de la sociedad vasca, que rechaza toda expresión de violencia y reivindica la paz, el diálogo democrático y la convivencia plural".
