VALENCIA 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, condenó hoy y consideró "intolerable" el intento de agresión a la presidenta del PP del País Vasco, María San Gil, ayer en Santiago de Compostela. Valoró la "defensa de la libertad" de la responsable de los populares vascos y destacó que los hechos registrados ayer en su contra son "el lugar al que nos ha llevado el presidente de la crispación y de la división", en alusión al jefe del Ejecutivo central, José Luis Rodríguez Zapatero.
Barberá realizó estas declaraciones tras firmar, en el Ayuntamiento de Valencia, la escritura por la que el consistorio ha adquirido el pabellón deportivo Marcol de esta ciudad. Así, aprovechó su comparecencia ante los medios de comunicación para criticar el intento de agresión que sufrió ayer San Gil en la Facultad de Economía de la Universidad de Santiago de Compostela.
La primera edil mostró también su "denuncia rotunda" a los "silencios de la clase política" que, según afirmó, "ha sido incapaz de abrir la boca y sumarse a esta condena" y expresar "una palabra de solidaridad" hacia María San Gil. Aseguró que "a este lugar", a que "al final se llegue a las manos", precisó, "nos ha llevado el presidente de la crispación absoluta y de la división, que es Zapatero", matizó.
Manifestó "como alcaldesa, ciudadana, española y compañera de partido" su "rotunda condena" a estos hechos, al tiempo que indicó que fue una "intolerable y grave agresión no solamente física" sino también por lo que se refiere a la "defensa de la libertad" que hace María San Gil, según dijo, "una personalidad representante del pueblo vasco" por su condición de diputada en el parlamento del País Vasco.
Barberá, que explicó que ayer se puso en contacto con la responsable popular tras conocer lo sucedido, señaló que son "muchos" los méritos de esta parlamentaria en su "constante defensa de la libertad" aunque "algunos, a lo peor, no los quieren entender". Apuntó que esta labor es la que "caracteriza la personalidad y el trabajo" de esta responsable popular. Destacó que San Gil "defiende la libertad para sus hijos", según señaló, a pesar de que "en este mundo sea dificilísimo, sobre todo en el País Vasco, estar en primera línea" en este sentido, y "a pesar, muchas veces, de cuestiones personales de salud".
Rita Barberá sostuvo que "nadie merece en un mundo libre y democrático como debe ser España, una agresión de la gravedad que ayer sufrió" la presidenta del PP Vasco, por lo que reiteró su "condena más rotunda a esa agresión". Igualmente, expresó su "gratitud" y la "de todo el pueblo valenciano" por el trabajo que desempeñan al guardaespaldas y a los policías que resultaron heridos, así como sus deseos de que "se restablezcan rápidamente".
Subrayó, tras ello, su "denuncia rotunda" a los "silencios de la clase política" por haber sido "incapaz de abrir la boca y sumarse a esta condena" y de expresar "una palabra de solidaridad" hacia María San Gil. Aseguró que "a este lugar", a que "al final se llegue a las manos", precisó, "nos ha llevado el presidente de la crispación absoluta y de la división, que es Zapatero".
"TEMPLO DEL PENSAMIENTO".
La responsable municipal lamentó que "no se denuncie el grito terrible de 'ojalá ETA te mate' como oyó ayer" la responsable de los populares vascos, a pesar de "estar luchando por la vida y la libertad de todos los vascos", explicó. Aseveró que es "repugnante el silencio de la clase política, que ha sido incapaz de abrir la boca para sumarse en solidaridad a María y condenar las agresiones".
Apuntó que el intento de agresión se produjo en una sede universitaria, un espacio que "por definición es el templo del pensamiento y de la libertad de expresión". Lamentó que "un ciudadano libre no pueda hablar de libertad ahí salvo que le peguen y agredan" e insistió que ésta es "la España a la que nos está llevando el presidente Zapatero, el presidente de la crispación y de la división".