Cañizares llama a la unidad de los cristianos en el día de mañana, cuando tendrá lugar la beatificación de 498 mártires

Actualizado: sábado, 27 octubre 2007 22:06

TOLEDO, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -

El cardenal arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, exhortó a la unidad para el día de mañana, domingo, cuando tendrá lugar la "beatificación de 498 mártires españoles de la persecución religiosa de los años treinta, de los cuales cincuenta y cinco pertenecen a la diócesis de Toledo, doce de ellos Sacerdotes seculares, un Subdiácono, veintidós Franciscanos, cuatro Hermanos de La Salle y dieciséis Carmelitas Descalzos".

En una exhortación pastoral, Cañizares aseguró que "de lo más hondo de los corazones debería brotar una plegaria de alabanza y acción de gracias a Dios por el gran don de la beatificación de estos mártires".

Así, anunció que en todas las celebraciones de la Eucaristía de mañana, domingo, se ha de incorporar a ellas la acción de gracias por este motivo, ya que ha de ser "un día de júbilo y de gozo en todas las comunidades cristianas, un día de especial fiesta para todos los cristianos".

También apuntó el primado de España que se deben tocar las campanas en todas las iglesias, "con repiques de gloria, cuando sean proclamados beatos estos mártires de Jesucristo, que marcan para todos un camino de esperanza".

A juicio de monseñor Cañizares, esta beatificación es "un nuevo y grandísimo regalo que el Señor ofrece a la Iglesia en España, en general, y a la Iglesia diocesana, en particular".

Con la beatificación de mañana, "el nombre de estos hermanos queda inscrito en esa gran siembra de martirio y persecución que ha sufrido y sufre la Iglesia, a lo largo de los tiempos, donde tantos y tantos creyentes, de nuestra propia carne y con nuestra misma fragilidad, han dado y darán el supremo testimonio".

Para el cardenal arzobispo de Toledo, el signo "más creíble de la fe es el martirio: la entrega, el sacrificio y la cruz que entrañan son, en efecto, el signo más elocuente y creíble de la fe en Jesucristo Salvador".

Por ello, continuó Cañizares, "la memoria de los mártires nunca debe desaparecer de la conciencia de los cristianos, aunque, como ocurre en la sociedad actual, se tienda a hacer obsoleto y arcaico el martirio y a despojarle de su significación más propia".

Así, según Cañizares, en estos momentos, "se sofoca la fe cristiana con la indiferencia, la paganización de la vida o la agresión directa o indirecta por diversos conductos y a través de algunos medios de comunicación y opinión pública".

Para el cardenal arzobispo de Toledo, todos los cristianos deben "aprender de esos mártires, la necesidad de una confesión pública de la fe, aun en medio de dificultades y persecuciones; una fe más martirial, más confesante, para que el mundo crea y participe del gozo de los mártires".

Así, recordó que estos mártires "dieron su vida en testimonio del Dios vivo que es Amor. Su sangre derramada por amor a Dios es el mejor signo y el mayor grito en favor del amor entre los hombres, queridos por Dios hasta el extremo".

Monseñor Cañizares deseó también que el testimonio de esos mártires fortalezca y estimule para conducir por "la misma senda que ellos siguieron de Evangelio, de fe, de esperanza, de amor y entrega servicial hasta dar la vida, de caridad, manifestación de la suprema caridad que es Dios".

Por último, comunicó que el próximo domingo, 4 de noviembre, tendrá lugar en la Catedral de Toledo, a las 18.00 horas, una Misa de Acción de gracias por los nuevos beatos.