Un comisario de la UCII dice que no recibió órdenes de Interior para orientar la investigación hacia ETA

Actualizado: martes, 27 marzo 2007 15:24


MADRID, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -

Un comisario de la Unidad Central de Información Interior (UCII) que participó en la investigación sobre el origen de los explosivos utilizados en los atentados aseguró hoy ante el tribunal que no recibió órdenes por parte del Ministerio del Interior o del Director General de la Policía para orientar las pesquisas hacia el grupo terrorista ETA y dijo que a partir de las tres de la tarde del día 11 de marzo de 2004 se tuvieron "sospechas bastante firmes" de que la autoría de la masacre correspondía a grupos vinculados con el terrorismo islámico.

A preguntas de una acusación particular, el agente de la UCII, especializado en la lucha contra el terrorismo de ETA explicó que no dispone además que ningún conocimiento que apunte a que la banda mantenga "contacto" con otros grupos terroristas. Así, argumentó que según su experiencia en este grupo terrorista indica que la banda es "bastante hermética" a nivel orgánico.

El comisario colaboró en el interrogatorio efectuado el 17 de marzo de 2004 al acusado José Emilio Suárez Trashorras e indicó hoy ante el tribunal que el ex minero "nunca les habló de explosivos", si bien reconoció que había llevado a "unos amigos moros", a los que había contado que era minera a las instalaciones de Mina Conchita en una visita que estos efectuaron a Avilés.

Especificó que Trashorras les contó que se dedicaba al tráfico de hachís y conocía a unos "moros" que le vendían esa sustancia que eran radicales y tenía la sensación de que podían estar relacionados con los atentados.

Así, relató que los árabes habían viajado a finales de febrero Avilés y dijo que durante aquella estancia Trashorras les había llevado a las cercanías de Mina Conchita. "Pensamos que con la locuacidad que da el alcohol, les enseñó la explotaciones mineras y que los árabes podían haber recabado datos y después haberse llevado la dinamita", indicó el miembro de la UCII.

Trashorras nunca realizó, además, mención alguna a la banda terrorista ETA, especificó el testigo que destacó, a preguntas de Zaragoza que Trashorras no les habló tampoco de que algunos de sus conocidos moros tuviera relación con los etarras detenidos en la denominada "Caravana de la Muerte".

A partir de la descripción ofrecida por el ex minero los agentes intentaron recabar todos los datos posibles relacionados con los amigos moros con objeto de identificarles y localizar sus viviendas. El ex minero únicamente les ofreció un nombre --Rafa-- y les dijo que en las visitas realizadas a Madrid le habían llevado a una casa que se encontraba en la zona de Morata de Tajuña.

El interrogatorio se prolongó durante todo el día 17 y continuó durante la madrugada. Se extendió durante tantas horas debido a las dificultades policiales para localizar las viviendas mencionadas por Trashorras, cuyas informaciones eran muy imprecisas, explicó el comisario. La detención se produjo finalmente durante la mañana del día 17 "por órdenes de Madrid", especificó. "Si tenemos 200 muertos encima de la acera de Madrid hay que tener la máxima información al respecto", se justificó el policía.

El comisario describió el intento de localización de la finca de Morata y relató que varios agentes estuvieron trabajando durante la noche en la búsqueda, siguiendo las indicaciones del asturiano que decía que pensaba que estaba situada a la izquierda del Parque Temático de la Warner Bross. Tras su detención los agentes y el ex minero estuvieron con Trashorras en la zona. "Ubicó una casa que luego resultó ser errónea", dijo el testigo que indicó que, en su opinión, el acusado "nunca tuvo voluntad de engañar".

El ex minero se refirió, durante ésta conversación de varias horas de duración, a que "los moritos" defendían ideas radicales y que justificaban los atentados del 11 de septiembre en Nueva York, indicó el agente. "Le decían que tenían el mejor ejército del mundo porque no tenían miedo a morir", explicó el comisario.

El comisario confirmó que durante todo el interrogatorio la ex mujer de Trashorras, Carmen Toro, estuvo presente de forma intermitente y dijo que incluso llegó a hablar con su marido a solas. No obstante, indicó que no se habló del tráfico de llamadas aunque confirmó que uno de los números registrados en la investigación de las tarjetas telefónicas relacionadas con los atentados que salían resultó ser de Carmen Toro.

DETONADORES

El testigo describió su labor tras los atentados y dijo que se desplazó a Asturias para hacer comprobaciones sobre los detonadores localizados en la furgoneta Kangoo encontrada en Alcalá de Henares que podían proceder de la empresa Caolines de Merilles, que tenía varias explotaciones en Asturias.

Durante las entrevistas celebradas con los responsables de Caolines no sacaron, dijo el testigo, "nada en claro". "Nos presentaron la empresa como un lugar modelo del que era imposible sacar ni un lapicero", indicó el comisario que añadió que los gerentes de la empresa no tenían constancia de que los detonadores provinieran de allí y les dijeron que era imposible que se hubieran sustraído de sus instalaciones.

De hecho, el comisario relató que su traslado a Avilés que desembocó en la detención de Trashorras se debió a informaciones circunstanciales. El objetivo era comprobar la ubicación de cabinas que habían recibido llamadas de tarjetas de móviles relacionadas con la investigación y compararlas con las direcciones de mineros que habían abandonado recientemente Caolines.

En palabras del testigo, el policía conocido como "Manolón" le comentó que conocía a un individuo que le decía que tenía unos amigos moros que podían tener vinculación con los atentados.