Condenado a un año y ocho meses por atracar una sucursal del Banco de Castilla en Valladolid

Actualizado: domingo, 18 noviembre 2007 15:53

El condenado, natural de París, se apoderó de 15.000 euros tras encerrar en el archivo al interventor y la cajera

VALLADOLID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Juzgado de lo Penal número 1 de Valladolid condenó a una pena de un año y ocho meses de prisión a un individuo nacido en París, T.I., como autor de un atraco frustrado cometido el pasado mes de febrero, en compañía de otro individuo no identificado, en una sucursal del Banco de Castilla de la capital y de la que se llevó un botín de 15.335 euros, si bien fue detenido minutos después por la Policía Nacional.

En su fallo, la juez consideró que los hechos constitutivos de un delito de un robo con intimidación en grado de tentativa, con la circunstancia agravante de disfraz, y le impuso la citada pena privativa de libertad, que es sensiblemente inferior a los tres años y medio pedidos por el Ministerio Fiscal y los dos años solicitados por su propio defensor, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Los hechos se produjeron el día 5 de febrero de 2007 cuando, alrededor de las 10.29 horas, el condenado, quien pese a la condena se encuentra ya en libertad, penetró en la sucursal del Banco de Castilla, sita en el número 14 de la calle Daniel del Olmo, en compañía de otro individuo no identificado, ambos enfundados en un mono azul de trabajo y con pasamontañas de color oscuro.

Su acompañante iba provisto de un objeto similar a una pistola plateada que exhibió ante los dos trabajadores de la entidad al grito de "¡esto es un atraco!", mientras el condenado saltó por encima del mostrador, metió en una bolsa el botín y ordenó a la cajera que abriera la caja fuerte, algo que no fue posible debido a que estaba provista de un mecanismo de apertura retardada.

Acto seguido, ambos atracadores encerraron a los trabajadores en el archivo antes de irse de forma precipitada, dado que durante el atraco fueron vistos desde la calle por una mujer que, además, siguió al ahora condenado, T.I, y no dejó de informar a la Policía Nacional mediante el uso de su teléfono móvil del trayecto recorrido por el delincuente. Su detención se produjo poco después, en posesión del botín obtenido, mientras que su cómplice logró darse a la fuga.