Condenado a un año y tres meses de cárcel por atropellar a tres jóvenes bajo los efectos del alcohol

SANTANDER, 12 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Juzgado de lo Penal Número 1 de Santander ha condenado a un año y tres meses de cárcel a un conductor, con iniciales S.C.A., que había ingerido bebidas alcohólicas y atropelló dos veces en Solares a una joven de 15 años, arrollando también la segunda de ellas a otros dos chicos que acudieron a socorrerla.

Además, el fallo judicial establece la privación para el acusado del dercho de conducir durante cuatro años.

Según se recoge en la sentencia, el 29 de mayo de 2005, sobre als 21.30 horas, S.C.A., que había ingerido bebidas alcohólicas, circulaba a gran velocidad en su vehículo por Solares, "sin tomar precauciones" ni "reducir la velocidad" pese a que entraba en la zona de vinos de la localidad, que en ese momento frecuentaban "numerosísimas personas".

A continuación se introdujo en la urbanización Río Miera de ese mismo pueblo, y aprovechando la velocidad "desproporcionada" a la que se desplazaba, accionó el freno de mano e hizo un giro violento del volante, con lo que hizo derrapar el coche y perdió el control de su trayectoria.

Como consecuencia de ello, atropelló con la parte trasera del turismo a una joven de 15 años, que quedó tendida en el suelo y tuvo que ser atendida por otros dos chicos, de 16 años. Mientras era reprendido por otros peatones que se hallaban en las inmediaciones, S.C.A., "con omisión del más mínimo cuidado", dio marcha atrás y arrolló de nuevo a la chica y a las dos personas que la estaban atendiendo, dándose a la fuga después.

Unas horas más tarde se presentó ante los agentes, que ya habían acudido a buscarlo a su domicilio sin éxito, y reconoció los hechos. Al ser sometido a las pruebas de alcoholemia, dio 0,74 y 0,77 miligramos de alcohol por litro de aire expirado, según sendas comprobaciones realizadas a las 23.49 horas y a las 00.09 horas.

Según indica el fallo, el acusado presentaba abatimiento, sopor, ojos brillantes, pupilas dilatadas, sudor, deambulación ligeramente vacilante y halitosis alcohólica notoria a distancia.

Como consecuencia del atropello la joven de 15 años sufrió un traumatismo craneoencefálico y heridas en la zona lumbar, tuvo que llevar collarín y tardó en restablecerse 30 días. Como secuelas, le han quedado dolores de cervicales y una cicatriz.

El primero de los chicos que acudió a socorrerla sufrió un esguince de tobillo para cuya curación precisó de 50 días. La segunda de ellos tuvo, además de otro esguince en el pie, contusiones en el cuello y golpes, que exigieron el uso de collarín y 74 días de curación.