MÁLAGA 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a 14 años y tres meses de prisión a un británico por violar y maltratar a su mujer, de la que se había separado de hecho poco antes, hechos que ocurrieron en la casa de ésta en la localidad malagueña de Benalmádena, en la que estaba residiendo de forma provisional el acusado, en 2007.
Según se declara probado en la sentencia de la Sección Octava, a la que tuvo acceso Europa Press, el hombre, de 55 años de edad e ingeniero de profesión, regresó de Inglaterra el 26 de agosto al domicilio de la víctima, donde se quedó con su consentimiento mientras buscaba un apartamento.
El día 1 de septiembre, el acusado se acercó a la mujer que estaba maquillándose frente al espejo y, con un cuchillo de cocina en una mano y cuerda de tender en la otra, la sorprendió por la espalda diciéndole: "si te mueves, te mato", tras lo que la agarró fuertemente por el pelo y la llevó al salón.
Allí, le ordenó que se pusiera de rodillas en el sofá y le ató las manos. Cuando la mujer comenzó a gritar, cogió una toalla y le tapó la boca con ella. Luego, llamó a la oficina de la víctima y dijo que no podía acudir a trabajar porque se encontraba indispuesta, mientras que ella se quitó las cuerdas e intentó llegar a la ventana, lo que el acusado le impidió.
Según la sentencia, se llevó a la víctima al dormitorio "a empujones", teniendo aún el cuchillo con el que, una vez allí, "le arrancó la camiseta y la falda", sacó unas esposas de un cajón, se las puso en las muñecas y la violó con un consolador "con la intención tanto de satisfacer su apetito sexual como de humillarla".
Cuando paró, le preguntó dónde guardaba medicamentos y como ésta no respondió "con ánimo de menoscabar su integridad física, la golpeó fuertemente con la mano abierta en la nalga izquierda", por lo que ella le contestó. El acusado ingirió una cantidad indeterminada de medicamentos y alcohol, aunque antes de perder la consciencia, abrió las esposas que sujetaban las muñecas de la mujer.
De esta forma, ella pudo aprovechar para desatarse e ir a un bar para pedir ayuda, acudiendo luego tanto la policía como una ambulancia, que se llevó al procesado. Como consecuencia, la mujer resultó con varias lesiones físicas y secuelas psicológicas como problemas de conducta alimentaria, depresión y trastorno.
Para la Sala, la víctima ha sido "muy firme en sus declaraciones, coincidentes en todos los matices de su detalladísimo relato desde un primer momento", firmeza que, según se señala, continuó en el juicio oral, donde expresó "con toda decisión que aquellos actos en ningún momento fueron consentidos".
Asimismo, declaró que el acusado no presentaba apariencia de anormalidad o perturbación alguna y que "sabía perfectamente lo que hacía", por lo que el Tribunal rechaza aplicar la atenuante de embriaguez, pero no la agravante de parentesco. El procesado dijo que no recordaba nada de lo que hizo pero sí que bebió alcohol y pastillas posiblemente para suicidarse.
Además de la pena de prisión, se le prohíbe aproximarse a menos de 500 metros y comunicar con la víctima durante 25 años por el delito de violación, así como a la privación del derecho a tener armas por tres años y prohibición de comunicarse con ella durante dos años, por el delito de malos tratos en el ámbito familiar. Además, tendrá que indemnizarla con 18.300 euros.