MADRID, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Pleno del Congreso dio hoy vía libre a la conocida como Ley de Memoria Histórica con la aprobación del dictamen surgido de la Comisión Constitucional. Un año después de iniciar su tramitación, el texto, será remitido ahora al Senado, donde si no sufre modificaciones quedará definitivamente aprobado. Si en la Cámara Alta se introduce alguna enmienda, la ley tendría que volver a pasar por el Congreso.
Tal y como sucedió con la votación en comisión, la norma salió adelante con el voto dividido de los grupos a lo largo de los distintos capítulos. El grueso recibió el apoyo de PSOE, IU-ICV, CiU, PNV, BNG, CC, CHA y Na Bai, aunque algunas minorías se descolgaron en artículos determinados, sobre todo en lo relativo al Archivo de Salamanca. En el otro lado, ERC plasmó su rechazo negándose a apoyar un solo artículo, mientras que el PP dio su visto bueno a los artículos relativos a aumentar indemnizaciones ya reconocidas.
Además, en la sesión de hoy, salió adelante una enmienda pactada entre PSOE, CiU, PNV y CC que abre la vía para que la retirada de símbolos franquistas y la posible anulación de subvenciones a quien no se preste a ello no se aplique a las iglesias. En concreto se introdujo una tercera excepción a la retirada de símbolos. Si antes se eximía de cumplimiento por motivos "artísticos" y "arquitectónicos", ahora introducen también "razones artístico-religiosas", lo que toca de lleno a las iglesias.
En las tribunas del hemiciclo y otras dependencias del Congreso siguieron el debate algunos de los protagonistas de lucha contra el franquismo --como Santiago Carrillo, el líder del PCE en la Transición--, un numeroso grupos de presos de la dictadura y representantes de los colectivos dedicados a la recuperación de la memoria.
PSOE: "DE JUSTICIA"
Por parte del Grupo Socialista, José Andrés Torres Mora defendió la ley asegurando que es "justa" y que su redacción es "sumamente cuidadosa" porque está hecha para unir grupos de posiciones distintas. "Dado que ya no hay dos españas, sino una, es razonable que esa España lamente, recuerde y repare la dignidad y la memoria de las víctimas de todos", proclamó.
Según explicó, la ley era necesaria en la medida que había gente que la pedía y, aunque no hubiera una demanda mayoritaria, "como tantas otras", se trataba de una "demanda justa". "Aquí (en el Congreso) hemos hecho leyes para las semillas y plantas de vivero y hay que considera innecesario hacerlo para quienes perdieron la guerra --enfatizó--. No hay derecho que en la Transición se le dijera que era demasiado pronto y que ahora se les diga que es demasiado tarde".
Tras achacar la ausencia de apoyo de Esquerra Republicana a una mera falta de voluntad por parte de los republicanos, centró sus reproches en el PP, negando que se haya buscado la división o la reescritura de la Historia o la ruptura del modelo de la Transición. "Reducen el espíritu de la transición a su letra, una letra que no firmaron o firmaron a medias", apostilló.
Según el ponente socialista, los 'populares' han defendido un "discurso apocalíptico" basándose en un discurso en el "nada de lo que se dice es cierto", pero aseguró que no habrá divisiones en la sociedad "por más que los dirigentes del PP agiten el fantasma del pasado hasta romperse el brazo". En ese sentido, dijo confiar en que el PP "recupere la cordura" tras las elecciones generales de marzo.
IU-ICV: PRIMER PASO
Joan Herrera, de IU-ICV, saludó las diferencias entre el dictamen de la comisión y el texto original del Gobierno, especialmente en lo relativo a la condena de franquismo, la retirada de símbolos y las políticas públicas de recuperación de la memoria. Respecto a la anulación de juicios, reconoció que no han logrado todo querían, pero recalcó que supone "un paso adelante muy significativo" que permitirá exigir al próximo Gobierno el acceso gratuito la Justicia para la revisión de sentencias.
Eso sí, lamentó que el pacto entre PSOE, PP y CiU no haya servido para garantizar que en el Valle de los Caídos "se explique el genocidio y la lucha antifranquista". En cualquier caso, confesó que para IU-ICV hubiera sido "más fácil" y más beneficioso electoralmente acabar la legislatura con una Ley de Memoria "empantanada", pero se congratuló de que al final su grupo ha antepuesto la "responsabilidad histórica al oportunismo electoral".
Desde CiU, Josep Antoni Duran i Lleida respaldó la mayoría de los contenidos de la norma, aunque reiteró que no era necesario plasmarlos en una ley porque cuando los políticos se meten en asuntos históricos "se corre el riesgo de que la memoria pueda ser parcial sectaria o ambas a la vez". Tras este toque de atención al Gobierno, también tachó de errónea la actitud del PP que, con su negativa a dialogar, defiende su propia lectura de lo sucedido.
SE RECONOCE LA "TERCERA ESPAÑA"
Para Duran, la gran aportación de esta ley es que "por primera vez se reconoce que hubo una tercera España" representada, por ejemplo, por la "mucha gente" que murió en Cataluña, "que no era ni de unos de ni de otros". También hizo una apuesta por la reconciliación y, aunque se mostró convencido de que no tiene nada de qué disculparse, comenzó por "pedir perdón" en nombre de CiU "por si acaso".
El ponente del PNV, Aitor Esteban, expresó el respaldo de su grupo "al 90 por ciento" de la ley, alegando que el texto inicial del Gobierno ha sufrido "un vuelco importante" en la Comisión Constitucional. No obstante, reafirmó su discrepancia en relación con la devolución al País Vasco de documentos custodiados en el Archivo de Salamanca.
A su juicio, era "urgente" tomar estas medidas de reparación porque abordar esta tarea en una próxima legislatura sería muy difícil y además porque "ya han pasado muchos años". La redacción final, argumentó, "no es una ley de punto final" sino que trata de "reparar una deuda que estaba pendiente", ya que "en la Transición primó el silencio".
Ana Oramas, de Coalición Canaria, expresó el respaldo de su grupo porque, aun cuando "el Gobierno hizo una ley pensando en parte de las víctimas, no en la reconciliación", el texto se ha corregido en el Parlamento. "Lamentamos que en un tema tan sensible, la visión inicial partidista del gobierno y del PSOE reabriera heridas y causara división", comentó.
BNG: MUY LIMITADA, PERO "UN PASO AL FRENTE"
Para el portavoz del BNG, Francisco Rodríguez, la ley tiene "muchas limitaciones", pero merece ser apoyada por ser un "paso al frente" que, al menos políticamente, deslegitima la dictadura. También denunció la "clamorosa hostilidad" con la que la han combatido la Iglesia y el PP en una actitud que, desde su punto de vista, viene a justificar y legitimar los golpes de Estado y la violencia predemocrática.
El diputado de la Chunta Aragonesista, José Antonio Labordeta, mostró su apoyo a la ley en honor de las víctimas de la represión: "Queremos que todos los heridos republicanos sean caballero mutilados y no putos rojos", resumió, cosechando los aplausos de la bancada socialista.
Uxue Barkos, de Nafarroa Bai, lamentó que mayor parte de los partidos, incluido el suyo, sólo respalden la ley "por partes" y criticó la introducción de algunos "atajos" que, a su juicio, no han resuelto bien algunos aspectos como el del Valle de los Caídos y los símbolos. En su opinión, la ley "no está a la altura del legado que dejaron las personas a las que pretende honrar".
Por último, Eusko Alkartasuna, a través de Begoña Lasagabaster, justificó su rechazo a un texto que, según dijo, carece de los tres vértices que han de sustentar una norma de este tipo: "Verdad, justicia y reparación", y mostró su deseo de poder enmendar esta situación en el futuro.