Continúa mañana el juicio contra el arzobispo de Granada con la declaración de más testigos

Actualizado: martes, 20 noviembre 2007 17:34

GRANADA, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

El juicio contra el arzobispo de Granada, monseñor Francisco Javier Martínez, por la posible comisión de los delitos de injurias, calumnias, coacciones, lesiones y contra la integridad moral de los que le acusa un sacerdote continúa mañana en el Juzgado de lo Penal número 5 de Granada con la declaración de los testigos del Ministerio Fiscal, los de la defensa y los peritos.

Será la segunda sesión del juicio que comenzó el pasado miércoles y en la que el acusado negó haber amenazado y presionado al sacerdote que lo denunció, Javier Martínez Medina, quien dijo haberse sentido "humillado" por la actuación que mantuvo con él el arzobispo.

En la primera sesión declararon también los testigos de la acusación, por lo que mañana a partir de las 9.00 horas está previsto que lo hagan los propuestos por el Ministerio Público y la defensa, así como los peritos, que comparecerán en el juzgado que dirige Miguel Ángel Torres, que instruyó la operación 'Malaya'.

Es la primera vez que un arzobispo se sienta en el banquillo de los acusados en la jurisdicción ordinaria por este motivo, aunque el Ministerio Fiscal solicita la absolución del prelado al considerar que no tuvo "ánimo de atentar contra el honor del querellante".

El arzobispo, que rehusó contestar a buena parte de las preguntas de la acusación y que lamentó el "acoso mediático" que "sufre", manifestó sentir un "dolor grande" por "tener que defenderse haciendo referencia a una persona --en alusión a Javier Martínez Medina-- cuyo bien deseo con toda mi alma".

El arzobispo, que cesó al sacerdote de sus responsabilidades como archivero y conservador del patrimonio de la catedral, y de canónigo, aseguró que "jamás" había dicho una palabra "en contra de Martínez Medina". Por eso, según indicó, esto "me duele mucho".

Fue más allá y afirmó que había habido "cordialidad" incluso en encuentros mantenidos entre ambos, si bien el sacerdote sostiene que la relación entre el arzobispo y él fue y ha sido "nula", lo que achaca Martínez Medina a la relación que él mantenía con Cajasur, donde hizo de "intermediario" entre Fernández y el presidente de dicha entidad cuando se desató el conflicto en la caja en Córdoba.

Por eso, según dijo, el arzobispo actuó "en represalia", tal y como consta en su escrito de acusación, y tomó una serie de decisiones que han supuesto para el sacerdote una "vejación muy grande" por la que se siente "francamente dolido y dañado", y por las que alude problemas de salud.

El sacerdote asegura que desde que llegó a Granada el actual arzobispo, que previamente había mantenido un enfrentamiento en Córdoba con la entidad Cajasur, intentó paralizar los proyectos iniciados por su predecesor en el cargo, Antonio Cañizares, dos de los cuales le encargó a Martínez Medina relativos a un libro sobre la catedral y un museo.

El arzobispo, por su parte, explicó ante el juez que tomó las decisiones, tanto de cesar de sus cargos a Martínez Medina como de paralizar la obra, en el ejercicio de su "gobierno" como arzobispo y "siguiendo la disciplina canónica de la iglesia", puesto que le había reclamado previamente a Martínez Medina el cumplimiento de sus obligaciones y éste, en su opinión, no lo realizó.