La defensa pide absolver al maquinista del tren descarrilado en Villada (Palencia) dadas las "dudas razonables"

Europa Press Nacional
Actualizado: viernes, 13 noviembre 2009 16:26

PALENCIA 13 Nov. (EUROPA PRESS) -

El juicio por el accidente ferroviario de Villada (Palencia), ocurrido en agosto de 2006 y en el que fallecieron siete personas y otras 95 resultaron heridas tras descarrillar el convoy en el que viajaban, quedó hoy visto para sentencia tras la presentación de las conclusiones, en las que la defensa apeló a las "dudas razonables" existentes para absolver al único imputado, el maquinista, J.L.P.G., de 46 años.

El letrado de la defensa insistió durante su intervención en que existen "importantes dudas" sobre los informes técnicos y no dudó en apelar al principio jurídico 'in dubio pro reo', de forma que "cualquier mínima duda razonable debe tener como consecuencia sólo la absolución".

Además criticó duramente que durante la vista tanto el fiscal como la acusación particular hubieran intentado restar importancia a dichas dudas, que "han quedado por resolver".

Entre ellas, recordó los testimonios de casos en los que a pesar de la señalización de vía libre se había producido una desviación, como en el caso del accidente de Villada. "Parece que las máquinas tienen bula para todo", señaló el abogado.

De la misma forma, cuestionó la supuesta 'cadena de custodia' de los datos aportados en la caja negra, dado que se llegaron a grabar en un CD por parte de un técnico que no está entre los únicos que deberían haber tenido acceso a los mismos.

Desde la defensa también se consideró que la causa no debería juzgarse por la vía penal y se apuntaron posibles atenuantes en caso de una sentencia condenatoria, como la ayuda que el maquinista prestó a las víctimas, su petición de perdón si se había equivocado o su colaboración en la lucha antiterrorista para detectar posibles artefactos en las vías.

EL FISCAL LE ATRIBUYE EL FALLO

Previamente, el fiscal había considerado como "verdad demostrada" la culpabilidad del maquinista. "Falló el hombre y no el sistema técnico o tecnológico", aseveró.

Para él, los testimonios aportados por la defensa para determinar casos en los que fallaron los sistemas técnicos "todo o nada tienen que ver con el caso, ya que como máximo hablan de un error" y respecto a la caja negra aseguró que "si se pudiera alterar o manipular, no tendría razón de existir".

Por todo ello, insistió en considerar la actuación del maquinista como "conducta imprudente" y le atribuyó tres errores por no advertir las señales luminosas, tampoco las acústicas y por pulsar la confirmación de las advertencias, provocando así que "se anulen los mecanismos de seguridad".

El fiscal también anunció su decisión de incrementar la cuantía de las indemnizaciones que solicita, que en su informe inicial ascendía a 1,6 millones de euros, aunque no hizo pública la cantidad final.

Precisamente las indemnizaciones fueron el objeto de todas las intervenciones de los diez abogados de la acusación particular, que coincidieron en solicitar su incremento y descartaron que se cuantificaran en función del baremo establecido para los accidentes de tráfico.

La última intervención fue la del acusado, J.L.P.G., quien aprovechó para lamentar "el daño y el dolor provocado por el accidente". "Juro que la vi verde y como tal actué", concluyó en referencia a la señalización.

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