MADRID 13 May. (EUROPA PRESS) -
La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha cifrado en 5.000 los participantes en las marchas celebradas ayer por el 15M por su segundo aniversario, frente a los 35.000 que se congregaron el año pasado en Sol.
En los Desayunos de Europa Press, Cifuentes ha afirmado que el movimiento 'indignado' ha perdido apoyo "social y ciudadano" porque frente a unos inicios en los que "querían aglutinar a diferentes movimientos y corrientes, que querían regenerar el sistema, a medida que ha ido pasando el tiempo se ha ido radicalizando".
No obstante, la delegada ha reconocido que este movimiento "ha tenido un papel importante y siegue teniéndolo, que es el de espolear la conciencia colectiva". Además, ha dicho que cree que ha aportado algo a la sociedad. "Creo que todos los movimientos sociales aportan cosas siempre que aquello que propongan sea legítimo", ha añadido.
Eso sí, durante su discurso, Cifuentes ha criticado las actuaciones orientadas a desestabilizar las instituciones representativas en forma de rodeos o asedios al Congreso o, en referencia a los escraches, "a las coacciones, persecuciones, hostigamientos y amenazas con el fin de torcer la voluntad de los legítimos representantes políticos".
En este sentido, ha aludido a la reciente manifestación del 25 de abril, convocada bajo el lema 'Asedia el Congreso', "una muestra patente de la madurez del pueblo español, que no ha querido mostrar su apoyo a una iniciativa de carácter violento, desde el convencimiento de que la violencia no es la solución".
"La violencia, ya sea física, psicológica o moral, es incompatible con un Estado de Derecho, supone un problema añadido que sólo contribuye a agravar los graves problemas que ya tenemos, y deslegitima las reivindicaciones de quienes la ejercen", ha finalizado.