'El Egipcio' no reconoce su voz en la grabación en la que se atribuía la autoría de los atentados del 11-M

Actualizado: martes, 27 febrero 2007 1:01


MADRID, 27 Feb. (OTR/PRESS) -

El presunto 'cerebro' de los atentados del 11-M en Madrid, Rabei Osman El Sayed 'Mohamed El Egipcio', no tiene ningún empacho en sentirse identificado con el Papa. Según el imputado en el juicio por la masacre, el Pontífice fue maltinterpretado en la Universidad de Ratisbona como él mismo lo fue durante esa conversación grabada por la Policía italiana en la que se refería a otros implicados en la matanza de Madrid como "nuestro grupo". Además de negar que con esa alusión se refiera a la célula islamista afincada en España, 'El Egipcio' dijo también no reconocer su voz en una grabación posterior en la que se atribuía la autoría de la masacre.

'El Egipcio' reanudó ayer su declaración ante la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional, que celebró la sexta sesión del juicio por los atentados del 11-M, tras haber quedado interrumpida el pasado 15 de febrero, primer día de la vista. Aquel día, su letrado, visiblemente nervioso por la presión que sobre él ejerció el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, solicitó escuchar junto a su cliente las grabaciones de las conversaciones mantenidas con Mourad Chabarou, detenido en Bélgica por su relación con el terrorismo de corte islamista, antes de continuar con sus preguntas.

"Cuando el Papa de El Vaticano, que es muy culto, habló del Islam el año pasado, se produjeron protestas y luego explicó que no quiso hacer daño, sólo comentar hechos históricos, y entonces el mundo islámico admitió la confusión y se acabó todo", señaló 'El Egipcio' en referencia a la conversación con Chabarou en la que aludió a 'Serhane el Tunecino' -que se suicidó en el piso de Leganés- y a Fouad el Morabit -imputado como presunto integrante de la célula yihadista- como "nuestro grupo".

Según 'El Egipcio' al hablar de "nuestro grupo" se refería a las personas que conocía en España. De hecho, dijo que cuando mencionó a Fouad su amigo en Bélgica se quedó sorprendido, porque se trata, según él, de un estudiante normal sin relación con el terrorismo islámico ni con el extremismo, y que sobre eso trataba principalmente la conversación telefónica.

NO SE RECONOCE

Además, a preguntas de su abogado, el imputado dijo que esas conversaciones grabadas en Milán en la primavera de 2004, en las que comentó a otra persona que los atentados de Madrid habían sido un "proyecto" suyo, tienen muy mala calidad, que no se reconoce en ellas, y que, por ende, nadie de los grabados realizó esa afirmación que se le atribuye. Según él, con aquella conversación sólo buscaba desahogarse con su amigo, porque tenía problemas económicos y con la deuda que mantenía con su primera esposa en Egipto, lo que le impedía volver a contraer matrimonio en Europa.

Sobre un intento de conversación con Fouad el Morabit, el 17 de abril de 2004, explicó que el joven estudiante es su amigo, y que en dicha ocasión ni siquiera sospechó que había sido detenido el 8 de abril en España por su relación con los atentados del 11-M. De lo ocurrido en Leganés, dijo haberse enterado por televisión, lo que, añadió, le provocó "un shock", porque conocía al Tunecino de la mezquita de Estrecho y a su amigo Fouad, cuya foto también vio en pantalla, y que entonces creyó que también había muerto.

Además, sobre su mención en estas conversaciones a la "caravana de los mártires", 'El Egipcio' explicó que se trata de cánticos religiosos sin ningún tipo de instrumentación musical, pero a pesar de su nombre no tiene ninguna relación con la "yihad", sino con la tragedia de los musulmanes en Bosnia-Herzegovina y que pueden adquirirse en Egipto en cualquier sitio, hasta en los mercados de las verduras.

UNA VIDA TRÁGICA

Durante su declaración, 'El Egipcio' se presentó de nuevo como un inmigrante con muchos problemas y cuya estancia en Europa fue "una tragedia" y "dramática", porque nunca tuvo dinero, y también fracasó su intento de volver a contraer matrimonio por los problemas con su ex mujer egipcia. En este sentido, negó haber contactado con un jeque extremista para asesorarse sobre cómo superar este problema ya que sólo buscó a "hombres de conocimiento" que le señalaron que no podía volver a casarse si no satisfacía la deuda que tenía con su primera mujer.

También a preguntas de su abogado defensor, Osman señaló que nunca supo que durante toda su estancia en España, desde julio de 2001 a febrero de 2003, había sido objeto de seguimientos policiales y conversaciones telefónicas. Afirmó que cuando viajó hacia Francia, lo hizo utilizando su verdadera identidad y con toda la documentación en regla. Por ello, no se explica por qué la Policía española avisó a la francesa de su llegada "clandestina" al país Galo. En dicho país nunca tuvo problemas con la Justicia, trabajaba como pintor y entraba en muchos hogares franceses "sin ningún problema".