Elorza muestra su "repugnancia" ante el ataque a la tumba de Ordóñez y dice que una parte de la juventud está enferma

Actualizado: lunes, 29 enero 2007 15:13

SAN SEBASTIAN, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -

El alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, mostró hoy su "rechazo y repugnancia" ante el ataque el pasado sábado de la tumba del edil del PP Gregorio Ordóñez, por el que fueron detenidos once jóvenes, y advirtió de que "una parte de la gente joven, y no tan joven, está enferma". "Ya me gustaría saber esos jóvenes quienes son, dónde estudian, cómo se han formado, qué ambiente tienen en casa", añadió en referencia a los arrestados.

En una comparecencia para presentar el monolito en recuerdo a las víctimas que será inaugurado mañana en los Jardines de Alderdi Eder de la capital donostiarra, Elorza también denunció que la semana pasada, especialmente el jueves, se realizaron "un montón de pintadas a personas en las fachadas de sus casas, dentro de los portales", aunque no quiso aportar más datos por "deseo de los afectados".

Elorza dijo que como alcalde no entiende, ni concibe, ni se explica "cómo un grupo de jóvenes, la mayoría de ellos menores de edad, pueden cometer el escarnio, la burla terrible, de provocar algún tipo de daños" sobre la tumba de Gregorio Ordóñez, "de un asesinado".

"No es que no quepa ninguna justificación, es que merece un rechazo y una repugnancia unánime por parte de cualquier ciudadano demócrata", añadió.

"ODIO Y REVANCHA"

A su juicio, la sociedad vasca tiene "un problema grave", y es que una parte de la misma "está enferma por el odio, la revancha, porque no tiene unos valores democráticos debidamente asentados". Para el alcalde, el "diagnóstico sería que hace falta una profunda regeneración moral, ética y de valores democráticos".

El primer edil insistió en que ese tipo de actos "no deben pasar en una ciudad civilizada", por lo que "hay que seguir trabajando mucho en la educación en valores" para que no vuelvan a ocurrir.

En su opinión, se trata de "un problema educativo en el fondo, y que afecta a las familias, a las escuelas, a los institutos, al sistema educativo", pero también a los medios de comunicación y a instituciones como el Gobierno vasco y el Consistorio donostiarra.

El alcalde dijo que esos "desprecios tan terribles" le provocan "una enorme tristeza", y constató que queda "muchísimo camino por recorrer, muchísima educación, muchos más recursos, más medios económicos para educar debidamente a la ciudadanía vasca, especialmente a algunos sectores de la gente joven". "Si no, este país no tendrá futuro", concluyó.