BILBAO, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de EA, Begoña Errazti, defendió hoy que "tanto las Naciones Unidas como el Gobierno español tienen una grave responsabilidad en la situación del conflicto del Sahara occidental" y urgió a "dar una democrática y pronta resolución que respete los derechos del pueblo saharaui".
La dirigente de Eusko Alkartasuna realizó estas declaraciones después de realizar el pasado día 10 una intervención ante representantes internacionales en la sede de Naciones Unidas en Nueva York para reclamar el cumplimiento de sus resoluciones sobre el Sáhara.
Errazti insistió en que "España continúa siendo potencia administradora y le corresponde aplicar la normativa internacional en casos de descolonización. Gobierno tras gobierno han hecho caso omiso de esa obligación ética y política".
La dirigente política vasca denunció la semana pasada en la sede de la ONU "la situación de ocupación del Sahara Occidental a manos de Marruecos", así como "la sistemática vulneración de los derechos humanos".
La presidenta de EA instó a la ONU a "aplicar la resolución que reconoce el derecho de los pueblos a la libre autodeterminación, mediante la consulta a la ciudadanía saharaui, al tiempo que denunció ante la Cuarta Comisión de Descolonización del Sahara los numerosos casos de torturas, desapariciones y violaciones de todo tipo de derechos humanos por parte de Marruecos en el Sahara Occidental ocupado", explicó Eusko Alkartasuna en un comunicado.
Begoña Errazti instó a respetar el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui "como un derecho humano consagrado en el Convenio Internacional de los Derechos políticos y civiles". Asimismo, acusó al gobierno marroquí de "utilizar la mentira contra el Frente Polisario, único representante legítimo del pueblo saharaui, en declaración de la propia ONU en 1979".
La presidenta de Eusko Alkartasuna, en su intervención, urgió a los comisionados internacionales a "dar una democrática y pronta resolución que respete los derechos del pueblo saharaui".
Asimismo, hizo un llamamiento a las organizaciones internacionales para que garanticen que "el pueblo saharaui llegue a un referéndum en condiciones de vida y salud adecuadas, evitando que la ayuda humanitaria, por parte de estas mismas organizaciones, se convierta en un medio de presión contra la voluntad mayoritaria del pueblo saharaui".
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