MADRID, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
El español Antonio Padilla se encuentra en huelga de hambre desde el pasado 16 de enero para protestar por la intención del Gobierno indio de expropiarle unos terrenos que compró hace diez años y en los que ha creado una escuela deportiva para niños sin recursos.
Según explicó a Europa Press Juan Manuel Rojas, compañero de Padilla, éste compró los terrenos en 1997 por un valor de seis millones de pesetas, que entonces "era mucho dinero para India", para desarrollar "un proyecto social y educativo a través del deporte" en este país. Ahora, el Gobierno "se quiere apropiar del terreno" porque "quieren especular" con él, explicó Rojas.
El proyecto se desarrolla en la localidad de Haridwar, que cuenta con unos 100.000 habitantes, en su totalidad vegetarianos, al igual que los dos cooperantes españoles. "El proyecto tiene mucho futuro, son muchos los niños pobres que se benefician de él", explicó Rojas.
En total, por las intalaciones de esta escuela han pasado unos 300 niños, aunque en estos momentos sólo se benefician de ella un equipo de fútbol formado por jóvenes de entre 16 y 18 años, a los que se les paga "un sueldito de 30, 40 ó 50 euros, que en India es dinero", relató. Además, el proyecto da trabajo a una veintena de personas más.
Aunque la ley india no permite que organizaciones o personas extranjeras puedan tener propiedades en el país, Rojas alega que las autoridades sabían que eran extranjeros. Hace tres meses, el mismo Rojas también se puso en huelga de hambre para protestar por el rechazo del Gobierno indio a que los dos españoles compraran terrenos en la localidad de Pushkar, donde desarrollan el mismo proyecto.
Por ello, y dado "el buen resultado" de la anterior manifestación, Rojas se declaró hoy optimista en que el Gobierno pueda responder positivamente a sus demandas.
En concreto, además de solicitar la renuncia a la expropiación de terrenos, los dos cooperantes piden a las autoridades indias que transfieran la propiedad a la fundación que ambos integran, y que se encuentra en proceso de cambio de nombre en España, y que les indemnicen con 30.000 rupias (unos 600 euros) por los "destrozos" que sufrió su escuela en una reciente agresión, que sospechan tuvo relación con el intento de expropiación, ya que "hay muchos intereses".
"Se supone que éste es el país de la no violencia", indicó Rojas, asegurando que el trato que ellos han recibido muestra "todo lo contrario". Mientras, asegura que su filosofía "es la de la no violencia, como la de Gandhi".
