Estatut.- López Garrido acusa al PP de intentar ganar con "ruido y crispación lo que no pudo ganar democráticamente"

Actualizado: miércoles, 7 febrero 2007 19:40

Ve "preocupante" que, en caso de tener que cubrir la vacante de Pérez Tremps, el PP diga que el "cumplimiento de la ley es un fraude"

MADRID, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -

El portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Diego López Garrido, acusó hoy al PP de intentar conseguir, con "el máximo ruido y la crispación posibles, por todos los medios y con todas las presiones, aquello que no pudieron ganar democráticamente en las urnas o en el Parlamento", en referencia a la recusación del magistrado del Tribunal Constitucional, Pablo Pérez Tremps.

En declaraciones a la Cadena Ser recogidas por Europa Press, aseguró que por parte del Gobierno y del PSOE no va a haber "ningún tipo" de actuación que incremente ese "ruido ambiente", sino que, por el contrario, van a intentar que las cosas se planteen con "razonamientos y dentro de las instituciones, que es la forma de plantearlas en democracia".

Por otro lado, criticó que los dirigentes populares hayan manifestado que sería "escandaloso" que, en caso de dimisión del magistrado Pérez Tremps, el Gobierno propusiera un nombramiento para cubrir esa vacante. "Lo que sería escandaloso es que el Gobierno no cumpliera la ley. Resulta realmente preocupante que digan que el cumplimiento de la ley es un fraude", apostilló.

Asimismo, explicó que los informes que Pérez Tremps -como muchos otros catedráticos de Derechos Constitucional- ha hecho sobre los estatutos de autonomía, en este caso sobre el de Cataluña, "nada tienen que ver" con el proceso de reforma que luego se inició y "desde luego nada tienen que ver con los recursos que después se plantearon".

En su opinión, el informe del que se habla se produjo "anteriormente" al tiempo del proceso político de reforma estatutaria y estuvo "temporal y orgánicamente desconectado" del concreto proceso de reforma.

Finalmente, afirmó que esa fue la causa por la cual en el auto 18/2006, el Tribunal Constitucional entendió que no había "ningún tipo de razones para la recusación". "Estoy deseando saber por qué tres magistrados que entendieron eso hace unos meses ahora entienden lo contrario", concluyó.