ASES asegura que pintadas y amenazas les apuntaban como objetivo directo en los últimos meses
MADRID, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los escoltas que prestan servicio en País Vasco y Navarra solicitaron a principios de julio la licencia del tipo B, conocida como de autoprotección, y que les habilita para ir armados las 24 horas del día, pero aún no la han obtenido, informó a Europa Press Vicente de la Cruz, presidente de la Asociación Española de Escoltas (ASES). Por el momento, los escoltas tienen que acudir a la armería de su empresa a diario para devolver la pistola cuando finalizan el servicio.
Todas las empresas que tienen al menos 15 profesionales trabajando en una misma zona deben contar con una sede en la que se habilite una armería. Sin embargo, esas zonas pueden ser amplias y un escolta que trabaje en Alava o Guipúzcoa tiene que trasladarse a Bilbao a diario para devolver la pistola si allí se encuentra la sede de su empresa.
Una inspección del Servicio de Intervención de Armas de la Guardia Civil realizada en junio provocó la apertura de 63 expedientes a otros tantos escoltas, todos ellos de una misma empresa con sede en Vizcaya, por no haber depositado en la armería su pistola al término del servicio, informaron a Europa Press fuentes del sector de la seguridad. La sanción supondrá 3.100 euros a cada escolta y un total de 31.000 a la empresa afectada.
TEMOR A UN ATENTADO.
En el ánimo de los escoltas pesaba ya el temor a ser víctimas de un atentado después de que ETA rompiera formalmente el alto el fuego el pasado 5 de junio. En la actualidad, alrededor de 1.800 escoltas privados prestan servicio en el País Vasco y otros 750 lo hacen en la Comunidad Autónoma de Navarra.
De la Cruz afirmó hoy que pintadas y amenazas directas a los escoltas privados que trabajan en el País Vasco apuntaban desde hace meses a que este colectivo de profesionales se iba a convertir en un objetivo directo de la banda terrorista. "Ahora ocurren cosas que antes no ocurrían, como pintadas dirigidas a los escoltas, mensajes directos desde el mundo de Batasuna o dianas en los buzones", señaló.
Asimismo, De la Cruz se mostró convencido de que el atentado de Bilbao iba dirigido contra el escolta, Gabriel Ginés, quien resultó herido, porque el coche estaba aparcado "enfrente de su casa".
Según explicó De la Cruz, hace "algunos meses", ASES comunicó a sus asociados que incrementaran las medidas de autoprotección y comprobaran la existencia de artefactos explosivos antes de montarse en sus vehículos particulares porque los escoltas podían llegar a convertirse en un objetivo de la banda terrorista ETA. "No ha sido la típica bomba lapa que estalla cuando el vehículo está en movimiento", agregó sobre el atentado de hoy.
