MADRID, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
El que fuera jefe de Asuntos Internos cuando ésta comenzó a investigar el 'caso Villarejo', Francisco Javier Migueláñez, ha respaldado este miércoles, ante el tribunal de la Audiencia Nacional que juzga las primeras piezas de la macrocausa, el trabajo del inspector que dirige las pesquisas en la unidad policial, descartando cualquier "animadversión" de él o su equipo hacia el comisario.
Migueláñez ha comparecido como testigo por cuanto estuvo al mando de Asuntos Internos entre abril de 2015 y mayo de 2021, la época en la que empezaron a investigarse las averiguaciones privadas que el comisario José Manuel Villarejo habría realizado con su grupo empresarial, CENYT, para distintos clientes --desde compañías del IBEX a particulares-- valiéndose de los medios policiales a su alcance.
El policía jubilado ha explicado que la primera noticia que tuvo del 'caso Villarejo' fue cuando en 2017 el entonces jefe de la Dirección Adjunta Operativa (DAO), Florentino Villabona, le indicó que se pusiera en contacto con la Fiscalía Anticorrupción porque estaba desarrollando una investigación "importante" para el cuerpo de seguridad en la que debía "esmerarse".
Según ha relatado, Villabona apenas le dio detalles, comentándole únicamente que afectaba a dos comisarios en activo: los entonces jefes del aeropuerto de Barajas, Carlos Salamanca, y de la UCAO, Enrique García Castaño. Si le nombró también a Villarejo, que en esas fechas ya se había jubilado, no lo recuerda.
Una vez que los fiscales anticorrupción le pusieron al corriente de las pesquisas que tenían entre manos, Migueláñez ha manifestado que para él estaba claro que la "competencia objetiva" para asumir la investigación bajo las órdenes del Ministerio Público era de Asuntos Internos, por estar implicados dos comisarios en activo y otro que habría cometido los hechos cuando aún tenía la placa.
Migueláñez ha expuesto que procedió a designar como responsable de las pesquisas al inspector Gonzalo Fraga y le dejó trabajar sin interferencias, ni de la Dirección Adjunta Operativa --"Ninguno de los DAO me ha impuesto nada en ningún momento"--, ni suyas, aunque ha reconocido que tuvo intervenciones puntuales, porque leyó algún informe "por curiosidad", fue a detener "personalmente" a Salamanca y García Castaño y pidió a los investigadores que fueran especialmente escrupulosos.
"Nosotros no tenemos ninguna animadversión hacia Villarejo (...), nosotros no somos cortadores de cabezas, al revés, conseguir la exculpación de un compañero es un hecho relevante para nosotros, una especial satisfacción para la unidad", ha afirmado.
En concreto, ha enfatizado que, para él, por aquel entonces Villarejo era un comisario más. "No le conozco, es que no he hablado con él en mi vida (...) Villarejo ha aparecido en mi vida y en la vida del Cuerpo Nacional de Policía cuando empezó a aparecer en los periódicos", ha subrayado.
PUSO AL "MEJOR" AL FRENTE DEL CASO
Así, Migueláñez ha ido despejando una por una las dudas que la defensa de Villarejo ha arrojado sobre la imparcialidad de Asuntos Internos debido a la "guerra de comisarios" que se había desatado años antes.
"Lamentablemente", las malas relaciones entre su antecesor en el cargo, Marcelino Martín Blas, y Villarejo le constan a él y "a todo el país" a través de la prensa, ha dicho. "La famosa guerra de comisarios era algo vergonzoso", si bien ha apostillado que no tuvo "ninguna relación con esas historias" y que se encargó de que quedaran al margen de 'Tándem' "desde el primer minuto".
Eligió a Fraga, según ha contado, porque "tenía buenas referencias" de él, hasta el punto de que "era considerado uno de los mejores o el mejor jefe de grupo de la unidad". "Y me había demostrado en algún otro trabajo relacionado con Villarejo su capacidad, conocimientos, entrega y, lo más importante, su discreción", ha añadido.
En este punto, ha querido aclarar que, aunque Fraga participó en la elaboración de dos informes sobre Villarejo antes de asumir 'Tándem', uno exculpatorio en relación al 'caso Barma' y otro por una pesquisa financiera relativa a CENYT que fue archivada en sede judicial, "nunca ha hecho una investigación sobre Villarejo por iniciativa propia".
En la misma línea, ha hecho hincapié en que desde el principio de 'Tándem' Anticorrupción le dejó claro que no era una investigación de la Policía Nacional. "Nosotros estábamos trabajando a las órdenes de la Fiscalía y del juzgado y hemos atendido sus requerimientos", ha zanjado.
"ASUNTOS INTERNOS ES FORT KNOX"
Ha desechado igualmente los cuestionamientos que este miércoles y a lo largo del juicio han hecho las defensas sobre la cadena de custodia del material que se halló en los registros de las casas y oficinas de Villarejo y su socio, Rafael Redondo, en noviembre de 2017.
Migueláñez ha puesto de relieve que se observó "una cadena de custodia reforzada" porque su "experiencia personal y profesional" durante más de 20 años de carrera policial le había demostrado que en las investigaciones relativas a organizaciones criminales, "como podía ser el caso", "la vía de ataque fundamental en el juicio oral es el defecto formal".
Por ello, ha reiterado que todo lo encontrado fue depositado en dos armarios que eran cajas fuertes, uno comprado 'ex profeso' que se colocó dentro de un antiguo calabozo y otro ubicado en una sala. Las llaves se las quedó Fraga, que dio copia a su jefe de sección, "por seguridad, por si se le perdían". "Era muy responsable", ha destacado.
A eso, Migueláñez ha anudado que "Asuntos Internos es Fort Knox" comparada con la brigada antidrogas, de la que también fue jefe. Las medidas de seguridad y protección de la unidad policial "son absolutamente superiores" a otras, ha aseverado, resaltando que cuenta con vigilancia 24 horas. En consecuencia, se ha mostrado "convencido" de que de Asuntos internos "no ha salido ningún papel ni ha salido ningún efecto".
LA INCOMPATIBILIDAD DE VILLAREJO, "DE SENTIDO COMÚN"
Finalmente, al ser preguntado por el informe que elaboró en 2015 el inspector de la DAO José Ángel Fuentes Gago, el cual concluyó que la actividad empresarial de Villarejo era compatible con su trabajo policial, ha contestado que, aunque no conoce el detalle de la ley, "es de sentido común" que no podía serlo.
"¿Cómo un policía en activo va a realizar investigaciones de naturaleza privada, llevarse remuneraciones de carácter privado y usar fuentes policiales, para investigaciones privadas? No tiene ningún sentido. Eso es absolutamente incompatible con la actividad de un policía", ha estimado.
Con todo, ha venido a refrendar las declaraciones que ya prestaron como testigos tanto Fraga como Villabona durante este juicio por las piezas 'Iron', 'Land' y 'Pintor', donde Villarejo se enfrenta a una condena de 109 años de cárcel por los trabajos de espionaje que habría ejecutado por encargo de empresas, bufetes y particulares.