MADRID, 25 Jun. (OTR/PRESS) -
Un ataque terrorista provocó la muerte de seis legionarios, tres de ellos colombianos, y heridas a otros dos militares que formaban parte del contingente español desplazado en el Líbano. Tanto los heridos como los fallecidos viajaban en un mismo vehículo BMR, que circulaba junto a otro cuyos tripulantes resultaron ilesos. El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, habló del coche bomba como principal hipótesis de un ataque que las investigaciones entienden como "premeditado" contra la misión de Naciones Unidas, ya que se produjo en una intersección entre dos vías de habitual paso de las tropas.
Alonso compareció ante los medios para dar los datos de un suceso cuya notificación recibió a las 17.10 horas, en reloj español. Un vehículo BMR en el que viajaban miembros de la Segunda Bandera de la Brigada Paracaidística recibió los efectos de una fuerte explosión provocada por un coche bomba o cualquier otro tipo de dispositivo accionado a distancia.
El asalto se produjo en una intersección entre dos vías asfaltadas por las que circulan rutinariamente los militares españoles, por lo que toma forma la posibilidad de la intención de dañar la misión de la ONU. Tampoco se baraja como hipótesis el resultado de enfrentamientos o tensiones con la población, inexistentes, según Alonso. No obstante, el titular de Defensa reconoció que el contingente había incrementado su seguridad a raíz de las últimas tensiones tanto internas como con países de la zona. "España apoya y seguirá apoyando la misión de Naciones Unidas para introducir paz y seguridad en una zona especialmente castigada", agregó.
Para confirmar el supuesto del atentado, las autoridades españolas han puesto a trabajar a los servicios de inteligencia y los técnicos de explosivos del Ejército. Analizarán los daños del vehículo, el tipo de explosivo y artefacto utilizado y cualquier otra circunstancia que pudiese resultar relevante para dar un examen "objetivo, racional y técnico".
VIAJE A LA ZONA
Tras sufrir el ataque, los propios civiles trasladaron a heridos y fallecidos a hospitales de la zona. Hacia el lugar de los hechos se trasladarán investigadores de la Guardia Civil y una delegación española liderada por Alonso con la intención de recuperar los restos y proceder a la identificación definitiva.
El ministro de Defensa dedicó "las más dolorosas condolencias" para la familia de los fallecidos como representante del Gobierno. Entre los muertos figuran tres militares de nacionalidad colombiana: Jefferson Vargas Moya, de 21 años, Jackson Castaño Abadía, de 20, y Juan Éricson Posada, de 20 años. A ellos se añaden Juan Viloria Díaz, natural de Ávila de 20 años; Jonathan Galea García, madrileño y el más joven de todos, con sólo 18 años; y el sevillano David Puerta Ruiz, de 19 años. Este último logró sobrevivir al atentado, pero finalmente falleció en el hospital al cual habían sido trasladados los heridos.
Enrique Vázquez Matei, madrileño de 21 años, y Juan Paz Soler, mallorquín de 19 años, se suman a la lista dada por Defensa, pero como heridos.
DESMIENTEN QUE SEA UN ATENTADO SUICIDA
Fuentes de la seguridad libanesa descartaron que el atentado haya sido suicida. En declaraciones al diario libanés 'The Daily Star', esta fuente explicó que la bomba estaba colocada en el interior de una furgoneta modelo Renault Rapid, comercializada en España como Renault Express.
La fuente informó, bajo condición de anonimato, de que en el interior de la furgoneta no había restos humanos, por lo que se descarta la posibilidad de que se tratara de un atentado suicida, y de que el artefacto fue detonado por control remoto.
"No había sangre en el interior del coche bomba", subrayó esta fuente.
