Los falsos policías tenían antecedentes por robo y sobre el búlgaro pesaba una orden de detención y entrega

Actualizado: miércoles, 22 octubre 2008 15:44

Los detenidos conseguían con facilidad el equipamiento policial en el mercado clandestino y podían ganar hasta 30.000 € por un kilo de coca

MADRID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los cinco miembros del grupo que se dedicaba a robar a narcotraficantes haciéndose pasar por policías tenían antecedentes por delitos contra la propiedad, e incluso sobre el búlgaro pesaba una orden de detención y entrega dictada por las autoridades de su país por extorsión y amenazas.

La red ha sido desarticulada por agentes de la Policía Nacional cuando se disponía a dar un golpe en la nave número 6 del polígono Camporoso de Alcalá de Henares (Madrid). En aquel momento, los acusados, portando placas y distintivos policiales aunque no uniformes, se disponían a arrebatar 264 kilos de cocaína de gran pureza a cuatro "víctimas-traficantes" de nacionalidad colombiana.

El jefe de la Sección de Drogas y Crimen Organizado de la UDYCO, José Luis Fernández Gudiña, informó hoy que el cabecilla de la banda era de origen italiano y tenía como "modo de vida" la delincuencia, por lo que "había sido detenido en varias ocasiones". El líder de la red, junto con sus cuatro colaboradores, también con antecedentes, acostumbraban a asaltar a delincuentes colombianos, a los que arrebataban droga, joyas o importantes sumas de dinero.

Para ello, ejercían labores de "quasi policías", realizando intensivos seguimientos de vigilancia a sus víctimas y equipados con chalecos antibalas, petos, placas policiales, grilletes, prismáticos y hasta cámaras de vigilancia. De hecho, disponían de una furgoneta con los medios técnicos suficientes para controlar al resto de bandas. "Tenía una cámara de vídeo dirigida desde la parte de atrás para controlar a las organizaciones", explicó.

Gudiña, acompañado del comisario jefe de la Brigada Central del Crimen Organizado, Andrés Diéguez, destacaron el valor de la operación, bautizada como 'Santbull' y en la que los agentes realizaron un "trabajo ímprobo", por haber permitido arrestar tanto a los integrantes de la banda, como a los 'narcos' a los que iban a robar.

De hecho, según la información policial, los traficantes hubieran podido conseguir hasta 30.000 euros por un kilo de cocaína, ya que ésta en particular era de gran pureza. Los arrestados se enfrentan a penas por diversos delitos, entre los que destaca el tráfico de estupefacientes, por el que podían afrontar penas de nueve a 15 años en prisión.

MALA IMAGEN PARA LA POLICÍA

De todos modos, el comisario jefe explicó que la operación sigue abierta dada la dificultad que supone averiguar el número de traficantes a los que los falsos policías robaron, así como la cantidad de estupefacientes que pudieron llegar a distribuir. "Los traficantes no denuncian el robo del que son víctimas y nosotros solemos actuar mediante denuncia", precisó.

Diéguez también lamentó la mala imagen que este tipo de delincuentes suponen para la Policía. "Los delincuentes víctimas empiezan a pensar que es policía corrupta", señaló, para matizar que es fácil reconocer a los falsos agentes puesto que no cumplen con el protocolo oficial y "una vez que se marchan del lugar dicen que no van a dar cuenta de los acontecimientos".

Asimismo, aseveró que los delincuentes pueden conseguir con facilitad estos equipamientos con la inscripción 'policía' en el mercado clandestino. Al parecer, las placas que portaban los detenidos eran falsas, aunque se trataban de "muy buenas imitaciones", según indicaron fuentes de la investigación. "Habrían mostrado las armas, pero no constan disparos", agregó Diéguez en relación con las pistolas que disponía la red.