OVIEDO, 28 May. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio Fiscal elevó hoy la pena de prisión a cinco años y nueve meses de prisión para el hombre, J. F. I. V., de 36 años y vecino de Gijón, que presuntamente intentó arrojar a su novia por la ventana. La fiscalía modificó la pena argumentando que existe el agravante de parentesco y consideró que la víctima sufrió estrés postraumático.
Por ello el fiscal solicita la pena de cinco años de cárcel por un delito de tentativa de homicidio y nueve meses de internamiento por un delito "leve" de amenazas. Por su parte, la acusación particular mantiene la petición inicial de siete años de prisión por ambos delitos, entendiendo las amenazas "como graves". La defensa solicita libre absolución y señala que la víctima "faltó a la verdad" en su comparecencia.
El juicio que se celebró en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Oviedo quedó visto para sentencia después de escuchar la última palabra del procesado que manifestó "su confianza en la sala". Durante la sesión de hoy también declararon psicólogos y médicos forenses.
La fiscal sostuvo que el acusado entró en casa de su pareja sentimental con la que llevaba cuatro meses conviviendo, junto a otras dos compañeras de piso, e insultó y amenazó la víctima, "hasta el punto de intentar arrojarla al vació por la ventana". La fiscal señaló que el acusado la amenazó de muerte en el domicilio y más tarde en los calabozos.
Por su parte, la acusación particular, hizo suyas las conclusiones del Ministerio Fiscal y destacó que el imputado "ya había insultado y amenazado a su pareja en varias ocasiones" sin que ella lo hubiese denunciado. La abogada resaltó además que las amenazas son "muy graves" ya que el procesado repitió en ocasiones su intención de tirarla por la ventana.
Por el contrario, la letrada de la defensa, manifestó que la víctima "cometió muchas contradicciones" y "faltó a la verdad" durante su declaración ante la sala. La abogada explicó que la pareja del acusado "estaba enfadada" cuando él llegó al domicilio por lo que subrayó que "fue ella quien le lanzó una silla a él".
En este sentido, la letrada negó que la intención de su defendido fuese la de arrojarla por la ventana ya que "debido a la complexión de ambos si hubiese querido tirarla al vació desde el cuarto piso lo hubiese logado", apuntó. La abogada reforzó esta afirmación señalando que posteriormente el acusado pudo herirla con un cenicero que "soltó voluntariamente".
Por su parte, los médicos que testificaron como testigos y que examinaron al acusado afirmaron que "tenía síntomas inequívocos de consumo de sustancias estupefacientes". "En las pruebas se detecta un abuso de alcohol, cocaína y cannabis", señalaron, por lo que precisaron que el acusado "tenía sus capacidades volitivas mermadas".
Por su parte, los médicos forenses y la psicóloga de la Oficina Asturiana de Mujeres Víctimas de la Violencia discreparon en el diagnóstico de la joven. Los médicos forenses apunaron que la víctima padeció "crisis de llanto" y "angustia" y descartaron la posibilidad de la patología de estrés postraumático; mientras que la psicóloga manifestó que después de un año de tratamiento la mujer sufre un estrés postraumático de grado uno.
