Francisco Vázquez dice que la manifestación por la familia recibió una respuesta "desmesurada" por sectores anti-Iglesia

Europa Press Nacional
Actualizado: lunes, 14 enero 2008 14:39

MADRID 14 Ene. (EUROPA PRESS) -

El embajador de España en el Vaticano, Francisco Vázquez, consideró hoy que la manifestación por la familia cristiana, que se celebró en Madrid el pasado 30 de diciembre, recibió una respuesta "desmesurada por sectores empeñados en una cruzada anti-Iglesia", la cual aseguró no comprender ya que, a su juicio, utiliza "todos los argumentos precisos, incluso a veces, el de la tergiversación, manipulación o falsedad".

"No creo que sea voluntad de nadie que esto sea un tema electoral", añadió Vázquez en declaraciones a Onda Cero recogidas por Europa Press. A su juicio, el Gobierno no caerá en el "error" de que este "incidente", pueda "ocultar el esfuerzo de diálogo o los acuerdos importantes que en los últimos tres años se han conseguido con la Iglesia".

CALENTÓN DE BLANCO

Preguntado sobre si el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, se excedió en sus críticas a los obispos, manifestó que hubo "un calentón" y "excesos verbales". Para Vázquez, que se definió a sí mismo como una persona moderada, "las expresiones políticas que en aquel acto se dijeron, requerían respuesta política". Recordó que él mismo hizo una declaración diciendo que "se deslizaron argumentos más propios de un mitin político, sobre todo porque estamos a dos meses de las elecciones y eso es algo que no podemos tapar ni ocultar".

"Hubo excesos, pero después hubo excesos intencionados en la repuesta a aquel acto, porque hay sectores y personas con nombres y apellidos concretos que están empeñados desde hace tiempo en una cruzada anti-Iglesia, que intenta relegarla a una posición de silencio", reiteró Vázquez.

ACTO INOPORTUNO

Asimismo, calificó el acto de "inoportuno tanto por el escenario como por la forma en que se montó". A dos meses de las elecciones generales, Vázquez consideró que "todo pasa por el filtro electoral". Por ello, señaló que el acto desató polémicas "que no son buenas para nadie" y que, a su juicio, tienen que estar "al margen de la confrontación electoral" porque en estos momentos, "no hay ninguna cuestión religiosa que pueda contribuir a dividir a la sociedad española".

En este sentido, aseguró que existe un "permanente diálogo" para permitir el ejercicio de la libertad religiosa, algo, en su opinión, "fundamental", y para "conjugarla con la separación de Iglesia y Estado".

Respecto al Papa Benedicto XVI, afirmó que en España se manipula la información y que en este sentido hay muchos intentos de presentarle "como un hombre retrógrado y reaccionario". A su juicio, es un "gran intelectual" que no solamente lo acredita en sus libros y documentos sino también en sus palabras.

Contenido patrocinado