MADRID, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente del PP gallego y candidato a la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, anunció hoy que dimitirá al frente del partido en la comunidad si pierde las próximas elecciones autonómicas del 1 de marzo. "No podría ser presidente de la Xunta perdiendo las elecciones igual que no podría ser presidente del PP gallego habiendo perdido", argumentó.
Sin embargo, puede darse la circunstancia de que el PP gane las elecciones pero no obtenga la mayoría absoluta necesaria para gobernar, como ya ocurrió en los últimos comicios de 2005 cuando se quedó a un escaño de la mayoría absoluta y el PSOE y el BNG alcanzaron un acuerdo de legislatura para un gobierno bipartito.
Feijóo aseguró durante su intervención en un coloquio organizado por el Fórum Europa que se presenta a los próximos comicios con el objetivo de resultar vencedor, ya que "no hay otra posibilidad", e insistió en que en caso contrario renunciará a sus cargos al frente del PP gallego.
En este contexto, aseguró que su partido tiene "las mismas posibilidades" que en el año 2005 de poder acceder a la Xunta y explicó que las últimas encuestas conceden a los 'populares' mejor resultado que en las anteriores elecciones. "Estoy tranquilo con las encuestas porque siempre nos dan un resultado inferior al que conseguimos --argumentó--. Mantenemos intactas nuestras posibilidades".
Además, rechazó que el resultado de las elecciones gallegas pueda afectar al líder del PP, Mariano Rajoy, aunque sí reconoció que estas elecciones autonómicas son "muy importantes" no sólo para Galicia sino "para toda España" porque el país se encuentra en un momento "muy importante y delicado".
EL RESULTADO DE LAS GALLEGAS NO AFECTARÁ A RAJOY
Así, aventuró que Rajoy tiene "el mayor interés y afán" en los comicios gallegos pero insistió en que "no tendría sentido" que su éxito o fracaso tenga efectos en el presidente del partido. "Nos presentamos tres y entre nosotros tres está el juego", defendió haciendo alusión también al candidato a la Presidencia del País Vasco, Antonio Basagoiti, y al cabeza de lista de los 'populares' al Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja.
En este punto, Feijóo retomó las elecciones gallegas y fue muy crítico con el PSOE y el BNG, que decidieron gobernar en Galicia "habiendo perdido los comicios". Así, explicó que él no tendría "inconveniente" en votar a favor de la investidura del candidato socialista a la reelección, Emilio Pérez Touriño, si resulta vencedor y apuntó como "razonable" que el PSOE también le apoyase a él si el PP gana las elecciones. "Lamentablemente sé que no lo va a hacer", confesó.
El líder del PP gallego explicó la "división política, educativa y lingüística" que a su juicio ha ocasionado el bipartito gallego, formado por "dos fuerzas minoritarias históricamente enfrentadas y que se asociaron con el único objetivo de desplazar al partido mayoritario".
Según defendió, esta situación ha provocado que en Galicia, además de la crisis económica, haya dos crisis más de carácter político y social. "Este complejo panorama requiere propuestas fuertes", aseguró antes de proponer a los ciudadanos un "contrato" que definió como "un compromiso político, moral y personal".
Los principales puntos de este "gran acuerdo" con la sociedad giran en torno a medidas de austeridad, la renovación del papel de la administración pública, la superación de "antagonismos y dualismos ideológicos", la igualdad entre hombre y mujer, la cohesión intergeneracional o la lengua gallega "sin prohibiciones antiguas ni imposiciones modernas".
PLAN DE AUSTERIDAD
En el seno de estas propuestas, ofreció un plan de austeridad que supondría la modificación de los presupuestos de 2009 y un ahorro de alrededor de cien millones de euros en la Xunta, a través de recorte de asesores y personal de confianza. Según explicó, este dinero se destinaría a fomentar el empleo y el sector productivo gallego.
Feijóo criticó la política de gastos del gobierno gallego a lo largo de esta legislatura y la "duplicación" que ha supuesto en muchos servicios la coalición entre socialistas y nacionalistas. Además, reconoció que tiene la "sospecha" de que la Presidencia de la Xunta está ahora encargando encuestas diarias "con dinero público".
"El bipartito ha demostrado una inusitada tendencia al lujo y la dilapidación de recursos públicos --acusó--. Además ha llevado a cabo una política presupuestaria basada en previsiones macroeconómicas carentes de rigor".
UN PRESIDENTE DE LAS URNAS Y OTRO DE LAS SACAS
Por último, Feijóo abordó el conflicto sobre el voto emigrante y reconoció que puede darse la circunstancia de que la noche electoral un partido sea el vencedor de las elecciones y el resultado cambie a los tres días tras el recuento del voto emigrante, algo que calificó como "una convulsión". "Puede ocurrir que un presidente salga de las urnas y que otro presidente salga de las sacas", subrayó.
Así, insistió en la necesidad de proteger las garantías del voto emigrante y recordó que el PP pidió que el sufragio se emitiese presentando el DNI o el Pasaporte. "Esta legislatura comenzó con el compromiso de instaurar el voto en urna, pero el PSOE no quiere", criticó antes de censurar que se acuse a los 'populares' de querer disminuir derechos.
"¿Qué intereses tiene el PSOE para no querer que se acredite la personalidad del que vota?", se preguntó tras señalar que los socialistas "no quieren transparencia", algo que "les pasará factura" porque "los emigrantes quieren que se dignifique su voto".