VITORIA 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
La consejera de Cultura del Gobierno vasco, Miren Azkarate, admitió hoy la pérdida de 6 millones de euros por la compra de divisas, concretamente dólares, en 2002 con los que posteriormente se iban adquirir obras de arte destinadas al Museo Guggenheim de Bilbao.
Durante su comparecencia ante la Comisión correspondiente del Parlamento vasco, a petición del PP y PSE, Azkarate se refirió al informe del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas (TVCP), en el que se analiza la actividad económico financiera de la Fundación Guggenheim durante el ejercicio 2005, así como el cumplimiento de la legalidad en la adquisición de obras entre 1999 y 2005.
La consejera explicó que la implantación del euro como divisa en 2002 "no estuvo exenta de momentos de duda sobre su valoración y relación futura con el dólar norteamericano, divisa de referencia internacional hasta el desarrollo del euro".
En este sentido, añadió que en 2001, el Comité Asesor de Finanzas de la sociedad Tenedora Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Bilbao plantearon que existían posibilidades ciertas de "un debilitamiento del euro frente al dólar a corto plazo".
Además, entre noviembre de 2001 y mayo de 2002 esta tendencia se confirmó, por lo que en junio la Tenedora decidió contratar una opción de compra que, en principio, "se consideró ventajosa".
Según añadió, "no llevaba aparejado ningún gasto, frente a otras posibilidades, como un seguro de tipo de cambio", que "fue rechazado tanto por el coste del mismo como por el hecho de que exigía el desembolso de la prima en el momento inicial de la operación".
Sin embargo, indicó que a partir de junio de 2002 "comenzó a producirse un vuelco en la cotización del euro totalmente contrario a todas las previsiones, que supuso una revalorización del euro entre un 12 y un 17%.
PÉRDIDAS.
Esto ocasionó una pérdida derivada de las diferencias de cambio existentes entre el momento de la compra de estas divisas y la adquisición de las obras de arte (en 2004), de unos seis millones de euros.
"Esta operación, además de ser correcta y perfectamente legal, no ha suscitado ninguna salvedad por parte del TVCP, que en su informe se centra únicamente en la discrepancia en cuanto a la forma de contabilización de dichas diferencias de cambio", explicó la consejera.
Tras criticar que "la cuestión trasladada a la opinión pública se desvía hacia otro aspecto totalmente distinto, que es la calificación de la compra de divisas como "operación misteriosa", aseguró que esta transacción "se enmarca dentro de la rutina diaria de cualquier empresa que realiza operaciones en moneda extranjera".
"Asumo esa decisión porque en ese momento era miembro de la sociedad Tenedora. Reconozco que nos equivocamos", admitió Azkarate, quien lamentó que "el devenir de la paridad entre el dólar y el euro no respaldó lo acertado de esa decisión".
Ante la insistencia de la parlamentaria del PSE Isabel Celaá sobre que va a hacer al respecto, la concejera le preguntó si quiere que presente su dimisión de la Tenedora, que el Gobierno vasco se retire de la misma, o que presente su dimisión al lehendakari. "No sé qué quiere que haga. El PSE puede pedir mi dimisión, pero aparte de reconocer mi equivocación no tengo intención de presentarla por eso", anunció.
INFORME DEL TRIBUNAL.
Sobre otros aspectos del informe, la representante del Gobierno vasco negó que la Fundación esté obligada a actuar conforme a los procedimientos de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas, porque no cumple ninguna de las tres circunstancias que requiere esta norma.
Sin embargo, añadió que esta institución tramita la adjudicación de contratos conforme a reglas similares a las del concurso público, con lo que "quedan suficientemente preservados los principios de publicidad y concurrencia que inspiran la contratación pública".
Respecto a la cuestión que apunta en Tribunal sobre que la Fundación no ha reintegrado a la Administración los superávits obtenidos entre 2002 y 2005, dijo que con ellos se pudo hacer frente a los déficits de otros ejercicios (2001 y 2002).
Asimismo, añadió que las cantidades que se devolvieron en 2006 y 2007 le fueron restituidas a la Fundación por parte del Gobierno vasco y de la Diputación de Bizkaia como ampliaciones de capital de la Sociedad Inmobiliaria para sufragar las mejoras de infraestructuras realizadas en el Museo.