Gobierno vasco, diputaciones y Eudel rechazan "la imposición" en materia lingüística pero defienden la regulación

Advierten de que "los ciudadanos monolingües deben dar pasos hacia el euskera para avanzar en el camino del multilingüismo equilibrado"

Europa Press Nacional
Actualizado: lunes, 1 diciembre 2008 18:06

VITORIA, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno vasco, las tres diputaciones y la Asociación de Municipios Vascos (Eudel) aprobaron hoy una declaración institucional con motivo del Día Internacional del Euskera, que se celebrará este miércoles, en la que rechazan "la imposición en materia de política lingüística, sea cual sea, euskera o castellano, la lengua que pretendiera imponerse". El texto, no obstante, considera "perversa" la identificación de regulación e imposición.

El documento fue dado a conocer hoy en Vitoria por el viceconsejero de Política lingüística, Patxi Baztarrika, y responsables de euskera de los gobiernos forales y Eudel.

Los firmantes de la declaración rechazan "la tentación de impedir la opción lingüística de nuestros semejantes, por mucho que el motivo fuera un improbable beneficio para el euskera". En esta línea, señalan que "esta sociedad, que ha padecido la imposición contra el euskera, sabe bien que no es el de la imposición el camino que ha de conducirnos a la plena revitalización" de esta lengua.

No obstante, advierten de que "así como para algunos todo cuanto se hace a favor de la revitalización del euskera resulta poco; para otros, por el contrario, todo es demasiado, y descalifican injustamente, tildándola de imposición, toda o casi toda medida destinada a fomentar el uso del euskera y garantizar el derecho de los ciudadanos a vivir en esa lengua".

Gobierno vasco, diputaciones y Eudel proclaman que "una política eficaz en pro del bilingüismo real comporta, ineludiblemente, deberes". A su juicio, tales deberes "conciernen, especialmente, a la salvaguarda y promoción del idioma más débil, pues éste es el que debe ganar ámbitos, funciones y hablantes".

"OBLIGACIONES Y RITMOS"

Dichos deberes, además, "han de ser fruto maduro del acuerdo, si se pretende que surtan verdadero efecto en la vida social". En su opinión, la materia a acordar se circunscribe a "las características y ritmos de las obligaciones a establecer en orden al fomento del euskera, siempre desde el punto de vista del multilingüismo", pero no a "si es o no necesaria una política pública de fomento del euskera y del bilingüismo".

El texto advierte de que "es notoriamente fraudulento confiar a unas inciertas leyes de la oferta y la demanda la evolución y convivencia de las lenguas". Además, considera "erróneo y falaz" reclamar la desregulación en materia de política lingüística. "Más falaz y erróneo es, si cabe, el discurso que niega legitimidad a la regulación en dicha materia", añaden los firmantes.

"MULTILINGÜISMO EQULIBRADO"

En su opinión, resulta "perverso" el propósito de "identificar regulación e imposición". "El multilingüismo, al menos el multilingüismo equilibrado que propugnamos, precisa que las prácticas lingüísticas que se desarrollan en el ámbito público sean reguladas, puesto que la desregulación favorece, en sí misma e invariablemente, al idioma más fuerte", añaden.

En esta línea, aseguran que "la legitimidad democrática de toda norma dimana de la voz de la sociedad y del carácter democrático de la propia norma". Por ese motivo, consideran que la regulación democrática "se sitúa en las antípodas de la imposición" y resulta "imprescindible" para llevar a la práctica "una política lingüística de perspectiva histórica progresista y destinada a incrementar y extender a nuevos ámbitos el uso del euskera".

De todas formas, Gobierno vasco, diputaciones y Eudel reconocen que las normas no son suficientes para lograr este objetivo, ya que "la normativa, sin adhesión, es como un cauce seco, puede que llegue a los campos, pero nunca podrá fertilizar la tierra".

"CONCIUDADANOS MONOLINGÜES"

En su opinión, la consecución del objetivo de incrementar el uso del euskera depende especialmente de "nuestros conciudadanos monolingües". En su opinión, "para avanzar en el camino del multilingüismo equilibrado y, por tanto, de la normalización lingüística, los ciudadanos monolingües deben dar pasos hacia el euskera".

"No es posible garantizar al euskera el aliento que precisa si cada uno de nosotros, cualquiera que sea su opción lingüística, no se esfuerza por remover los obstáculos que dificulten el desenvolvimiento de quien se expresa en euskera. Sólo de ese respeto práctico proviene la viabilidad del multilingüismo", añaden.

Por otra parte, estiman que "una política lingüística favorable al euskera no puede considerar como rival a ninguna otra lengua o universo cultural", principalmente "porque supondría una contradicción insalvable para la cohesión de nuestro pueblo". El documento destaca que "los ciudadanos vascos formamos una única sociedad en la que viven simultáneamente y comparten espacio múltiples mundos, todos ellos complementarios".

En esta línea, afirman que "el mundo que se expresa en una lengua distinta al euskera se fortalece protegiendo al euskera, de la misma manera en que el mundo que se expresa en euskera se fortalece aceptando de buen grado la convivencia con otras lenguas". Todo ello, "porque nuestro pueblo, además de contener multitud de universos, se siente orgulloso de todos ellos".

Es por ese motivo por el que Gobierno vasco, diputaciones y Eudel consideran que la sociedad vasca ha de ser "verdaderamente multilingüe", ya que el multilingüismo "nos beneficia a todos, sin que nadie pierda nada". A este respecto, advierten de que "dando la espalda al euskera, no hay beneficio posible; sí, en cambio, perjuicio".

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