Gómez Bermúdez deduce testimonio contra un etarra que se negó a declarar contra 'Kantauri' para el que piden 429 años

Actualizado: jueves, 29 noviembre 2007 18:20

El histórico dirigente de ETA contó con una traductora de 'euskera' durante un juicio en el que estuvo presente Francisco José Alcaraz

MADRID, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez dedujo hoy testimonio a un miembro de ETA que se negó a declarar como testigo en el juicio celebrado contra el histórico dirigente de la banda José Javier Arizcuren Ruiz, alias 'Kantauri' para el que la Fiscalía pide 429 años de cárcel por su implicación en el atentado mortal contra un autobús de militares. perpetrado en Córdoba en 1996 y que acabó con la vida de una persona y causó heridas a otras cuatro. El etarra además fue multado con 1.000 euros por su conducta.

Se trata de José Luis Barrios Martín, condenado por su integración en la banda terrorista. Concretamente, Barrios integró el denominado 'comando Andalucía', el mismo que perpetró el atentado contra el autobús de militares siguiendo órdenes de 'Kantauri', según la Fiscalía, que además le atribuye la responsabilidad de ejercer como jefe militar de ETA en aquella época.

Por ello, Barrios acudió hoy al juicio celebrado en la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional en calidad de testigo, es decir, que estaba obligado a contestar a las preguntas del fiscal y la acusación popular, aunque no a declararse culpable. Así se lo explicó el juez Gómez Bermúdez.

No obstante, el preso advirtió que no estaba dispuesto a declarar ante lo que el juez le recordó que, de no hacerlo, sería sancionado con una multa de entre 200 y 5.000 euros y que, en caso de continuar con su negativa, sería procesado por desobediencia al tribunal.

"Haga lo que tenga que hacer", le replicó Barrios antes de escuchar como el fiscal Andrés Barroso le hacía las respectivas preguntas sin él ofrecer respuesta alguna. Fue ahí cuando el juez, en un tono airado, interrumpió el interrogatorio y sancionó al etarra con una multa de 3.000 euros, aunque luego rectificó y la redujo a 1.000.

"¿VA A CONTINUAR USTED EN SILENCIO?"

"¿Va a continuar usted en silencio?", le espetó entonces el magistrado, a lo que el preso no emitió respuesta alguna por lo que Gómez Bermúdez terminó por deducirle testimonio, acusarle de desobediencia al tribunal y solicitar que fuese expulsado de la Sala y puesto a disposición del juzgado de guardia. De este modo finalizó su participación en el juicio Barrios que entró en la sala sonriendo y saludando a Kantauri y la abandonó con semblante serio mirando al suelo.

Además, otros dos presos de la banda e integrantes del comando que perpetró el atentado también testificaron en el juicio. El primero fue Mikel Azurmendi, quien se limitó a negar una serie de declaraciones suyas a las autoridades en las que reconocía que 'Kantauri' era el líder de la banda así como su participación en otros atentados. "Dudo mucho que yo haya dicho eso", explicó.

"Yo nunca miento", comenzó diciendo la tercera testigo en la vista y también terrorista Maite Pedrosa, quien entró en la sala sonriendo y saludando a 'Kantauri' con el que llegó a intercambiar unas palabras.

El propio ex dirigente de ETA también se negó a reconocer la legitimidad del tribunal al que llegó a calificar como "circo" por lo que hizo uso de su derecho como imputado a no declarar. 'Kantauri' contó para estas declaraciones con la ayuda de una traductora de euskera a su disposición tal y como le indicó el presidente del tribunal juez Javier Gómez Bermúdez.

Parte del juicio fue seguido desde la zona habilitada para el público por el presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) Francisco José Alcaraz quien hoy acudió a la Audiencia Nacional a declarar ante el juez Ismael Moreno por una querella por injurias al Gobierno de la Nación presentada contra él por una asociación de abogados.

Finalmente, el fiscal de la Audiencia Nacional Andrés Barroso elevó a definitiva su petición de 429 años de cárcel para el histórico etarra por su implicación en el atentado mortal contra un autobús de militares perpetrado en Córdoba en 1996 a manos del 'comando Andalucía' de ETA que él dirigía. Este ataque acabó con la vida del sargento Miguel Ángel Ayllón y causó heridas a otras cuatro personas.

El ministerio público le considera cooperador necesario de un delito de atentado contra miembros de las Fuerzas Armadas, 24 delitos de asesinato en grado de tentativa y otro delito de estragos terroristas.

Según el escrito de acusación del ministerio público, los integrantes del 'comando Andalucía' Asier Ormazabal, Maite Pedrosa y Mikel Azurmendi, siguieron instrucciones de 'Kantauri' para atentar contra militares llevando a cabo vigilancias para elaborar la información necesaria acerca del recorrido que un microbús del Ejército de Tierra realizaba en Córdoba para llevar al personal de las Fuerzas Armadas al acuartelamiento del Cerro Muriano (Córdoba).

La información la elaboraban desplazándose desde Sevilla a Córdoba en un autobús de línea regular o en AVE. Una vez recabada la información precisa fabricaron los tres explosivos utilizados en el atentado.

Dos de ellos fueron introducidos en sendas ollas metálicas (con un total de entre 180 y 200 kg de amosal) y otro en un receptor aparte (compuesto de unos 6 kg del mismo material, tuercas y tornillos para actuar como metralla). Los dos primeros fueron colocados en dos turismos y el tercero lo colocaron en un contenedor de recogida de basura que se encontraba ubicado en la Avenida de Carlos III de Córdoba por la que solía circular el vehículo militar contra el que los terroristas habían decidido atentar.

UN MUERTO Y CUATRO HERIDOS.

Finalmente a las 7.30 horas del día 20 de mayo de 1996, Asier Ormazabal accionó el mando a distancia del aparato cuando llegó el autobús militar con una veintena de ocupantes, lo que provocó la explosión del artefacto del contenedor que causó la muerte del sargento Miguel Ángel Ayllón Díaz-González e hirió al capitán Antonio Duque Lozano y al alférez Antonio Granados, quienes esperaban la llegada del vehículo.

Como consecuencia de esta explosión también resultó herido el matrimonio formado por Manuel Espino y Antonia Lara que circulaban por el lugar de la explosión en su coche.

Por su parte, no llegaron a explosionar los artefactos colocados en los vehículos, lo que evitó una catástrofe de dimensiones incalculables, dice la fiscal Dolores Delgado, quien atribuye a 'Kantauri' haber ejercido como máximo responsable de la banda terrorista y como jefe de los comandos armados de la organización criminal determinando su constitución, objetivos, facilitaba los medios materiales para el desarrollo de las acciones terroristas.

Asimismo, el escrito atribuye al acusado la responsabilidad de haber creado el denominado 'comando Andalucía' de ETA al que proporcionó los medios económicos con los que desarrolló su infraestructura necesaria para desempeñar actividades criminales.

De este modo, los terroristas habrían alquilado pisos en Granada, Sevilla y Málaga, desplazándose de una ciudad a otra, especialmente viajando a Sevilla y a Córdoba en medios de transporte público para realizar las informaciones y vigilancias que facilitarían la perpetración del atentado que se produjo el día 20 de mayo de 1996.