El hermano del presunto parricida afirma que la madre "se suicidó" o "tuvo un accidente"

Actualizado: martes, 20 febrero 2007 15:42

Testigos confirman que el acusado estaba "mirando al fuego y con las manos en los bolsillos" mientras ardía la casa

SANTANDER, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -

El hermano del acusado de asesinar a la madre de ambos en su casa de San Vicente del Monte (Valdáliga) mediante tres heridas de arma blanca, quemando posteriormente la vivienda para borrar las huellas y hacer que pareciera una tragedia fortuita, ha afirmado hoy que Juana Escalante Ballina o bien "se suicidó" o "tuvo un accidente".

"Es una persona tranquilísima", afirmó Rafael B.E. sobre su hermano, José Luis B.E., quien "en absoluto" ha podido matar a la madre, Josefina, de 73 años de edad, indicando que las acusaciones de asesinato que se ciernen sobre él son todo "mentiras".

A la pregunta de la fiscal sobre "quién fue" entonces quién acabó con la vida de Juana, Rafael volvió a exculpar al hermano, con quien vive, añadiendo que "para eso están ustedes, para averiguar quién fue".

Rafael B.E. fue el primer testigo en declarar hoy ante el Jurado Popular de la Audiencia Provincial de Cantabria, que deberá de decidir con su veredicto si fue José Luis B.E., de 57 años, quien asestó las tres puñaladas "mortales" durante la tarde del 14 de abril de 2004 a Juana Escalante, quemando posteriormente la cama donde estaba postrada la anciana, lo que provocó el incendio de toda la casa, tal y como sostiene la Fiscalía, que pide 22 años de prisión.

La anciana había atravesado por serios problemas médicos, como dos masectomías, una úlcera, problemas del corazón y un cuadro depresivo, y convivía con su hijo Rafael, aunque casi todos los fines de semana se acercaban hasta la casa materna el acusado y su novia, Dominga, que también cuidaba a la mujer.

Dado que Juana durante los dos últimos meses "no podía valerse por sí misma", tal y como reconoció hoy Rafael, la tesis de la Fiscalía es que José Luis "estuviera cansado de cuidarla" y pusiera en práctica un plan para matarla.

Si el día anterior el subteniente de la Policía Judicial de la Guardia Civil que dirigió la investigación afirmó que "desde el principio" pensó que el asesinato de la anciana se acordó "entre los tres", los "dos hermanos y la nuera, Dominga -en realidad, la novia del acusado-", hoy esta tesis fue negada por ambos.

La fiscal interpeló a Dominga si recordaba una conversación mantenida con el acusado cuando le llevaron a la prisión preventiva, en la que le preguntaba "¿fuiste tú, José Luis?, a lo que la mujer contestó que "no lo recordaba".

"Nadie la mató", aseguró Dominga, quien resaltó que la relación entre ella y Juana era "muy buena", lo mismo que entre la madre y los dos hijos.

Tanto Rafael como Dominga explicaron que en la mañana de autos se fueron los dos a las siete de la mañana, para ir a trabajar, quedándose a solas el acusado con la madre y que fue al volver, ya muy entrada la tarde, cuando se encontraron con la casa en llamas.

LOS TESTIGOS DESTACAN "LA PASIVIDAD" DEL ACUSADO EN EL INCENDIO

Todos los testigos que acudieron a la vivienda de Juana Escalante cuando se incendió destacaron "la pasividad" del acusado. Incluso una prima carnal de José Luis B.E. y vecina del pueblo reiteró que se le encontró "mirando al fuego, con las manos en los bolsillos".

"Si fuera mi madre, yo hubiera hecho algo más", indicó otro vecino, aunque todos también reconocieron que cuando llegaron "ya no se podía entrar" en la casa para intentar salvar a Juana, dado el avanzado estado de las llamas.

El primer vecino que acudió a la casa afirmó que cuando llegó, José Luis "no hacía nada", simplemente estaba "mirando el humo", siendo el vecino quien propuso sacar la manguera del agua, contradiciendo la versión del procesado cuando el día anterior dijo que había sido una idea suya.

Otro de los hechos en que hubo unanimidad fue que en la casa estaba atado un pastor alemán, que ladraba cada vez que veía a alguien extraño, y que esa tarde "no se oyó un ladrido".

El sobrino de Juana relató también cómo compró la casa de ésta porque José Luis y Rafael la hipotecaron para poner una lechería que nunca llegaron a construir. Fue este familiar quien decidió ceder su uso a la tía, porque cuando reprochó a sus primos la hipoteca de la casa materna, éstos le contestaron que la madre podía irse "con un saco" a "pedir".