El homicida confeso de su primo dijo a la Guardia Civil que lo estranguló estando "inconsciente"

Un testigo afirma que oyó discutir a la víctima con el acusado desde el portal el día de autos

Europa Press Nacional
Actualizado: martes, 20 marzo 2007 15:38

SANTANDER, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -

Agentes de la Guardia Civil del Puesto del Valle de Cabuérniga afirmaron hoy en la Audiencia Provincial de Cantabria que José G.G., -que ha confesado que mató a su primo en la vivienda que compartían en Ruente-, declaró cuando se entregó que estranguló a la víctima cuando estaba "inconsciente en el suelo".

"Me llamó la atención en el sentido de la alevosía al matarle estando inconsciente", aseguró un guardia civil, de la Policía Judicial. Precisamente es si hubo alevosía o no la clave de este juicio, ya que la Defensa del procesado reconoce el homicidio por obcecación, mientras que la Fiscalía sostiene que hubo asesinato, solicitando 17 años de cárcel, pena que el letrado defensor rebaja a siete.

El comandante del Puesto del Valle Judicial explicó a los miembros del Jurado Popular que cuando José G.G., de 72 años de edad, se entregó el 30 de enero de 2006, una hora después de cometer el crimen, éste indicó que había estado discutiendo con su primo Valeriano San Miguel Gómez porque quería echarle de la casa.

El motivo era que como el acusado vivió 24 años en Venezuela, era Valeriano quien convivía con la madre del acusado. La mujer, antes de fallecer y enferma de alzheimer, le traspasó todos sus bienes, incluida la casa, a su sobrino.

Los agentes de la Benemérita también confirmaron, tal y como confesó ayer en la Sala el acusado, que José G.G. "había llegado al límite" por recriminarle su primo que había "abandonado" a la madre y que como vio a la víctima acercarse al cajón de los cuchillos le dio varios "golpes", cayendo al suelo, y le apretó el cuello hasta la muerte.

Los agentes indicaron que el procesado estaba "arrepentido" de lo que acababa de hacer pero que, al mismo tiempo, "estaba resignado a las consecuencias", teniendo uno de los guardias civiles que le tomaron declaración la impresión de que José G.G. "había perdido los nervios" en la discusión.

Por su parte, un vecino indicó que la mañana de autos había estado hablando con el acusado en el portal de la casa que compartían ambos primos. Al despedirse de éste oyó como Valeriano "empezó a dar voces" a José G.G., empezando los dos a gritarse, si bien no le "llamó la atención" porque "les había oído discutir varias veces".

Otro vecino de Ruente indicó que el acusado se dirigió a su casa y que por la cara que tenía y su estado "de nerviosismo" le preguntó "¿Le has dado un castañazo?" y que éste le respondió "pues sí", conduciéndole en su coche hasta el Puesto de la Guardia Civil.

Durante el trayecto, el vecino y el acusado apenas intercambiaron palabra porque José G.G. iba "llorando", escuchando luego como contaba en la Guardia Civil que "discutían casi todos los días" y que durante la disputa previa a la agresión Valeriano "le había amenazado" con matarle.

Una sobrina del fallecido, heredera de sus bienes, indicó que al principio la relación entre ambos primos era buena, y que José G.G. le iba a visitar cuando Valeriano- que sufrió un infarto y era inválido de una pierna- estuvo ingresado en el Hospital Sierrallana, pero que "no se llevaban bien últimamente".

El juicio concluirá mañana, con la prueba pericial, para celebrarse a continuación el objeto del veredicto.

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