BARCELONA, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de Instrucción número 11 de Barcelona ha abierto diligencias para investigar si la asesina de la psicóloga barcelonesa Anna Permanyer incendió un piso del edificio Atalaya de la avenida Diagonal, donde pudo cometer el crimen. El juez le imputa un delito de incendio, penado con hasta 20 años de cárcel.
El magistrado ha decidido reabrir el caso --archivado por falta de pruebas--, a raíz de los expertos que testificaron en el juicio con tribunal popular contra los tres procesados por la muerte de la psicóloga, que se celebró en la Audiencia de Barcelona entre el 18 de febrero y el 12 de marzo.
Los peritos aseguraron que el del piso 11-S fue un "incendio provocado", ya que se produjeron dos fuegos simultáneos en habitaciones distintas --el salón y el dormitorio-- y se descartaron las causas accidentales. El piso había sido precintado e inspeccionado por la Policía tras la desaparición de la psicóloga.
El juez de instrucción señaló que Carmen B.L. había vivido en el piso 11-E del edificio Atalaya, propiedad de un abogado, por lo que pudo conservar una copia de la llave de la puerta y cometer allí el crimen, ya que en el piso se encontraron restos de sangre. La entrada no fue forzada, si bien se rompió el precinto.
Si se demuestra que fue Carmen B.L. quien provocó el incendio del piso 11-E, podría enfrentarse a penas de entre 10 y 20 años de prisión, como estipula el Código Penal para delitos de incendio que entrañen riesgo para las personas.
El piso 11-E del edificio Atalaya se quemó entre la desaparición de Permanyer, el 27 de septiembre 2004, y la detención de la convicta, ya condenada, Carmen B.L., el 6 de octubre. Un día antes de que la Policía arrestara a los tres procesados, el cadáver de la psicóloga apareció en un paraje boscoso cerca de Sitges (Barcelona).
CONDENADOS A 24 AÑOS DE PRISIÓN.
El magistrado que presidió el tribunal popular condenó a 24 años de prisión a Carmen B.L. y Joan S.B., después de que los miembros del jurado los declarara por unanimidad culpables de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento y otro de extorsión. Una tercera procesada, Anabel T.P., fue absuelta por falta de pruebas.
Según el veredicto, Carmen B.L. y Joan S.B. obligaron a firmar a la víctima un contrato de arras por el piso 18-J del mismo edificio --por el que supuestamente le habían entregado 420.000 euros en garantía de la compra del piso 18-J--, antes de golpearla con una pata de cabra y, cuando estaba inconsciente, cubrirle la cabeza con tres bolsas de plástico, que le causaron la muerte por asfixia.
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