Uno de los islamistas detenidos en Barcelona tenía en casa temporizadores aptos para la preparación de explosivos

Actualizado: viernes, 13 junio 2008 22:40

Garzón dicta prisión para seis de los detenidos y ordena la busca y captura de otras cuatro personas en paradero desconocido

MADRID, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -

Uno de los nueve presuntos islamistas pertenecientes a la célula desarticulada el pasado martes en Barcelona, Castellón y Pamplona tenía en su vivienda, situada en el barrio barcelonés de El Raval, temporizadores aptos para la preparación de artefactos explosivos así como una cinta de video del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, según se desprende de un auto del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón.

En el domicilio de uno de los detenidos, Abdelghani Himmouri, "se hallaron, perfectamente ocultos en una mochila y debajo de su ropa, dos temporizadores eléctricos aptos para ser utilizados en la contrucción de artefactos explosivos", además de la citada cinta, explica el magistrado.

Garzón dictó hoy prisión incondicional para seis de los integrantes de la célula y dejó al resto en libertad. Libró, además, cuatro órdenes de detención contra personas que se encuentran en paradero desconocido.*Los detenidos pertenecen, según el juez, al grupo organizado Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y desarrollaban hasta el momento de su detención actividades de financiación de las personas integradas en esta red.

El magistrado contabiliza en su auto más de 150 envíos de dinero realizados entre 2005 y 2008. En la gran mayoría de ellos figura como beneficiario el emir de la red Al Qaeda asentado en Siria Ghassan Ibrahim Abd Al-Maqsud Muhamad, alias 'Abu Al-Ilaa Misri', que se encargaba de facilitar la entrada de yihadistas en Irak y planificaba los entrenamientos en campos y la comisión de atentados.

Atribuye la responsabilidad máxima de la célula a Kamel Salhi, alias 'Sallah', que se encuentra por el momento en paradero desconocido, y a los detenidos Mohamed Bouacha alias 'Abou Souhaid' y 'Mohamed el Gia' y Mohamed Souici, alias 'Abou Souhaid'. Los tres dirigían, según el juez, la célula desde Villareal (Castellón) donde desarrollaban actividades logísticas, acogían a personas, dotaban a miembros del grupo de documentos falsos o enviaban dinero para la yihad.

Garzón explica que Bouacha mantenía estrechas vinculaciones con el extinto Grupo Islámico Armado (GIA) y "tiene contactos con la red Al Qaeda desde hace años". Uno de los vínculos que mantiene es con una persona detenida en Argelia en 2006 por pertenecer al grupo liderado por Bin Laden al que, según el auto "encargó que trajera un inhibidor de frecuencias", sin que conste en la instrucción la finalidad última de este envío.

"ANTES DE MORIR"

Garzón destaca que otros dos integrantes de la célula, Mustapha Yousfi, alias 'Haouari' y Abdennour Chettah, que desarrollaban su actividades entre Navarra y Villareal, "tenían ya asumida la posible participación en acciones terroristas", como se desprende de las interceptaciones telefónicas realizadas. Detalla que el 22 de mayo de 2008 'Haouari' intercambió con otro de los imputados "consignas y propuestas en clave que indican su vinculación a la yihad y la posible comisión de atentados en nombre de la misma".

Así, el juez reproduce tres frases correspondientes a estos diálogos en las que el interlocutor le dice a 'Haouri' que "tiene muchas ganas de verle con barba antes de morir", le recomienda que su sitio está "en Chechenia" y le indica que "si suelta una en Pamplona, la dejarán vacía".

Por todo esto Garzón imputa a seis de los detenidos --Moustapha Yousfi, Mohamed Bouacha, Mohamed Souci, Addennour Chettaf, Abdelghani Himmouri y Sid Ali Takoucht-- un delito de integración en organización terrorista. Además, ha librado cuatro órdenes de busca y captura nacionales e internacionales contra otras cuatro personas: Tourik Mizi, Farid Bouazza Bala, Ahmed Belataf y Kamel Salhi.

En cuanto a Youcef Haddallah --al que atribuye un delito de falsedad documental-- Mourad Ait Kaid y Najid Doumi el juez ha fijado comparecencias periódicas en los juzgados más cercanos a su domicilio, además de establecer la prohibición de que abandonen el territorio nacional.