Actualizado: lunes, 4 junio 2007 21:31


MADRID, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -

El preso de ETA Ignacio de Juana Chaos trasladó a su entorno, durante su estancia en el Hospital Donostia de San Sebastián, que está dispuesto a regresar a la huelga de hambre si Instituciones Penitenciarias le coloca una pulsera de control telemático de regreso a su domicilio, informaron a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista. La negativa del terrorista a colocarse la pulsera fue desmentida el pasado viernes por el Ministerio del Interior y confirmada hoy por el portavoz de Askatasuna, Juan María Olano, quien dice que el etarra rechaza esa posibilidad porque no es "un perro".

Esta misma mañana, un portavoz oficial de Instituciones Penitenciarias aseguraba que el departamento de Mercedes Gallizo aún no había recibido comunicación alguna del Hospital Donostia sobre cualquier variación en el estado de De Juana, por lo que se desconocía si había recibido el alta hospitalaria. Una vez le sea comunicada ésta, Prisiones decidirá si el interno regresa a la cárcel o continúa cumpliendo la condena por amenazas que le resta en su domicilio.

En el caso de que se decida su vuelta a casa, técnicos de Instituciones Penitenciarias revisarán el domicilio y posibilitarán la instalación del control por pulsera o a través de una serie de llamadas telefónicas que debe responder. Mientras se hacen esas comprobaciones, el etarra continuará en el hospital y no será necesario su paso por la prisión de Martutene, precisaron las fuentes consultadas.

PREOCUPADO POR SU SEGURIDAD

Durante su estancia en el Hospital Donostia, a donde fue trasladado el pasado 1 de marzo, De Juana se ha interesado también por si la Ertzainta continuará custodiándole cuando regrese a su casa, aseguraron las fuentes consultadas por Europa Press. Sin embargo, el control telemático sustituirá a cualquier presencia policial directa en la vivienda del etarra, precisaron fuentes penitenciarias.

El 24 de marzo, un hombre de 30 años, natural de Barcelona, fue detenido y posteriormente puesto en libertad, tras pasar a disposición judicial, al de acceder a la habitación del preso, con la intención de arrojarle un bote lleno de pintura roja. La acción fue impedida por los dos agentes de la Ertzaintza y en el forcejeo la pintura alcanzó la puerta de la habitación del terrorista.

Los técnicos de Instituciones Penitenciarias sí comprobarán la ubicación de la comisaría de la Policía autonómica más cercana por si se produjera alguna situación anómala o el preso intentara fugarse de su confinamiento en el domicilio. En el caso de que no se le coloque una pulsera, los técnicos instalarán un dispositivo que realiza una serie de llamadas al día, de forma automática, que De Juana deberá contestar.

ALTA HOSPITALARIA Y MÉDICA

Esta situación se mantendrá mientras el etarra no tenga el alta médica. Cuando reciba ésta, según fuentes jurídicas, Instituciones Penitenciarias tendrá la "obligación legal" de reconsiderar la situación del preso, lo que podría suponer desde la aplicación del tercer grado penitenciario -sólo ir a prisión a dormir- hasta su traslado de nuevo a prisión en segundo grado.

En todo caso, si llega el próximo 28 de agosto sin que la situación médica de De Juana haya cambiado deberá reconsiderarse igualmente su situación, al haber transcurrido seis meses desde que le fue aplicado el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario.

Este artículo establece que "con el fin de hacer el sistema más flexible, el Equipo Técnico podrá proponer a la Junta de Tratamiento que, respecto de cada penado, se adopte un modelo de ejecución en el que puedan combinarse aspectos característicos de cada uno de los grados, siempre y cuando dicha medida se fundamente en un programa específico de tratamiento que de otra forma no pueda ser ejecutado. Esta medida excepcional necesitará de la ulterior aprobación del Juez de Vigilancia correspondiente, sin perjuicio de su inmediata ejecutividad".

Finalmente, las fuentes consultadas por Europa Press aseguran que el etarra ha mostrado su deseo de ir a vivir a la localidad guipuzcoana de Mondragón cuando abandone el hospital.

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