Niega presiones y prevé optar a la reelección en el próximo Congreso de ERC el 30 de noviembre
BARCELONA, 16 May. (EUROPA PRESS) -
El líder de ERC, Oriol Junqueras, ha asegurado que quiere seguir liderando ERC si tiene "un aval explícito y renovado de la militancia", y ha defendido que se ve con fuerzas de ser presidente del partido y que ahora quiere empezar un proceso de escucha.
Así se ha pronunciado este jueves en rueda de prensa, después de anunciar el miércoles que dejaría la presidencia del partido temporalmente después de las elecciones europeas del 9 de junio para "abrir un proceso de reflexión y escucha activa antes de decidir su futuro".
ERC celebrará un Congreso Nacional el 30 de noviembre para fijar una nueva estrategia, y la secretaria general del partido, Marta Rovira, ha anunciado que no se presentará a la reelección en ese congreso.
Junqueras ha asegurado que empezará un proceso de escucha, de reconexión y de reconstrucción del debate tras las elecciones europeas, cuando dejará temporalmente la presidencia de ERC.
"Necesito salir a la calle, hablar con tanta gente como sea posible, y la mejora manera de hacerlo es en una condición de igual a igual, a pie de calle, no desde un cargo o función", ha detallado.
Ha explicado que quiere que este proceso sirva para aprender qué quiere y qué necesita la ciudadanía y la militancia de Esquerra, y ayudar a construir un relato que llegue a la mayoría de la sociedad y a "muscular ERC para ponerla al servicio de Catalunya".
"TODO EL MUNDO PUEDE AYUDAR"
"Todo el mundo puede ayudar de maneras diferentes. Celebro que haya muchas, cuantas más haya, más útiles seremos", ha dicho en alusión velada a la decisión de Rovira de no presentarse a la reelección y de optar por un relevo en los liderazgos del partido.
Junqueras ha explicado que el martes anunció por carta la voluntad de someterse "al aval de la militancia", en una misiva en la que afirmaba que se ve con fuerza para continuar liderando el partido, y ha añadido que su voluntad es saber qué esperan de él el resto de miembros de su partido.
El líder republicano ha negado haber sentido presiones internas para abandonar su cargo, y prevé optar a la reelección en el Congreso Nacional de ERC del 30 de noviembre, y ha concretado que se ha fijado en esa fecha para tener "tiempo suficiente y esquivando el calendario electoral" de las elecciones europeas y de una posible repetición de las catalanas y un adelanto de las generales, ha detallado.
"MUY ACOMPAÑADO"
Ha subrayado que se ha sentido "siempre muy acompañado", y ha afirmado que el liderazgo más relevante es el del pueblo de Catalunya, al ser preguntado por cómo valora las palabras del presidente de la Generalitat en funciones y coordinador nacional de ERC, Pere Aragonès, sobre asumir responsabilidades compartidas, y las de Rovira sobre acabar con liderazgos mesiánicos y hacer una renovación profunda.
Ha añadido que el liderazgo de la militancia de ERC se expresa a través de congresos: "Encantado de que haya congresos", y ha sostenido que por eso tiene voluntad de escuchar a todo el mundo y saber qué esperan de él.
NEGOCIACIONES DE INVESTIDURA
Junqueras ha explicado que las decisiones de su partido de cara a la formación de un nuevo Govern las tomarán "los órganos correspondientes" de la formación, entre los que ha mencionado la ejecutiva nacional, el Consell Nacional y el Congreso.
Ha sostenido que los partidos que han estado en la oposición son ahora "los que se deben poner de acuerdo para formar un Govern", en alusión al PSC y Junts.
"Si Junts y los Comuns y los otros de más allá, y el PSC, han puesto dificultades, a veces insuperables, para aprobar los presupuestos que eran los mejores de la historia, si han sido capaces de ponerse de acuerdo en todas estas trabas, ¿cómo no se deben poner de acuerdo?", ha asegurado.
Ha criticado que los Comuns se negaran a aprobar las cuentas si el Govern no descartaba el proyecto del Hard Rock, "y ahora dicen que no tienen ningún problema en dar apoyo al PSC, que es el que ha defendido el Hard Rock", y ha acusado a los de Jéssica Albiach de haber preferido hacer oposición que ayudar a Cataluña.