El jurado popular delibera la autoría de un asesinato por un supuesto ajuste de cuentas en Cambados (Pontevedra)

Europa Press Nacional
Actualizado: jueves, 13 noviembre 2008 19:16

PONTEVEDRA 13 Nov. (EUROPA PRESS) -

El juicio por el asesinato de Ramón Outeda Dopazo, tiroteado en junio de 2005 a las puertas de su casa en Cambados por un supuesto ajuste de cuentas, está pendiente de la deliberación del jurado popular una vez concluida la fase previa, con la ratificación de un informe pericial, según el cual, el acusado, Claudio E.C., "no padece ningún tipo de patología psiquiátrica".

El fiscal del caso, Benito Montero, mantuvo la inicial petición de 20 años de cárcel por un delito de asesinato, pese a que, según reconoció, únicamente se puede considerar como "prueba directísima", la identificación que del acusado realizaron la esposa y nuera de la víctima.

"No creo que estas personas, que son las principales afectadas, se atrevan a decir que fue él si tuvieran alguna duda", reflexionó el fiscal tras reiterar que no hay testigos presenciales del momento de los disparos, y sólo existe el testimonio de estas mujeres que dicen haber visto al acusado en el lugar de los hechos.

Benito Montero sostiene que "se puede creer o no al acusado cuando asegura que ni mató a nadie ni siquiera estaba allí", pero el fiscal apeló a la "lógica" para inculparle, ya que tenía en su poder el arma del crimen.

"Un ciudadano normal no va por ahí con un arma en el bolsillo porque no piensa pegarle dos tiros a nadie", dijo, y añadió que en este caso el acusado "vendía droga y podía tener problemas, por eso iba armado".

El fiscal restó credibilidad a la declaración del acusado, quien argumentó que el revólver hallado en su poder lo había comprado en Portugal bastante después del crimen. A juicio de Montero, tampoco es una explicación lógica porque "si el arma estaba en España y mató aquí, ¿como aparece en Portugal?, se preguntó.

El jurado popular será quien habrá de determinar si efectivamente fue Claudio Esperón quien apretó dos veces el gatillo contra Ramón Outeda y le provocó la muerte prácticamente en el acto, por un móvil que no quedó claro pero podría guardar relación con un ajuste de cuenta vinculado al tráfico de drogas.

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