MADRID, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
El candidato a la presidencia del Gobierno de Izquierda Unida (IU), Gaspar Llamazares, abrirá oficialmente su campaña electoral en la nave de terneras del madrileño Matadero de Arganzuela, en la madrugada del 21 al 22 de febrero, según indicaron fuentes de la coalición en la Comunidad de Madrid a Europa Press.
El Matadero será, por tanto, el lugar elegido por la federación madrileña de la coalición para llevar a cabo el tradicional acto de 'pegada de carteles' con el que se da el pistoletazo de salida a las campañas electorales. Este lugar ya fue elegido por IU para cerrar la campaña de las últimas elecciones autonómicas y municipales, el pasado viernes 25 de mayo de 2007.
En esta campaña, Llamazares visitará un total de trece ciudades durante las dos semanas de campaña electoral para las generales. Tras la pegada de carteles en Madrid, Llamazares partirá a la mañana siguiente rumbo a Zaragoza y, tras pasar por doce localidades, pondrá punto y final a su periplo otra vez en Madrid la noche del viernes 7 de marzo, después de haber recorrido más de 7.000 kilómetros.
Fuentes de la Dirección de IU aseguraron que es muy probable que Llamazares esté acompañado en alguno de sus mítines de campaña electoral por el ex ministro alemán y presidente del partido de aquel país Die Linke, Oskar Lafontaine. Ambos dirigentes coincidieron ya en Madrid el pasado 21 de diciembre en unas jornadas que IU convocó para preparar el programa electoral.
Tras su paso por la capital aragonesa, el candidato pasará por Pamplona, Valencia y Murcia, para luego regresar a Madrid, donde desarrollará su jornada del martes 26 de febrero. La idea de la coalición es que Llamazares esté ese día en Madrid para, aparte de celebrar sus propios actos, valorar el debate convocado, en principio, para la noche antes entre los candidatos de PSOE y PP, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy.
Málaga, Cádiz (coincidiendo con el Día de Andalucía), Barcelona, Islas Baleares (coincidiendo con el Día de Baleares), Gijón, Valladolid y otra vez Madrid para, al igual que en la semana anterior, estar en la capital para valorar el segundo debate entre Zapatero y Rajoy.
Tras este tramo de la campaña, el candidato y la caravana que le seguirá durante las dos semanas, conformada por entre 35 y 40 periodistas y técnicos, afrontarán los últimos días con actos electorales en Bilbao, Sevilla y de nuevo Madrid, donde tendrá lugar el cierre de campaña, en un lugar todavía por determinar.
EN BUSCA DEL "VOTO ÚTIL"
A lo largo de todos los actos programados, Llamazares insistirá en pedir el voto útil para la coalición, por la necesidad de que IU salga de los comicios reforzada para obligar al PSOE, al que el candidato ve ganador aunque no con mayoría suficiente para gobernar en solitario, a "mirar hacia su izquierda".
La Dirección Federal de Izquierda Unida (IU) dispondrá para la campaña electoral para el 9 de marzo de un total de 4,5 millones de euros, 1,5 millones de euros menos que para las elecciones generales de 2004. De estos 4,5 millones, "más del 60 por ciento se lo lleva el mailing electoral", y el resto se reparte en publicidad en medios de comunicación, la caravana de Llamazares, pagos a empresas de márketing y publicidad, la grabación del video de campaña y otros gastos, informaron a Europa Press fuentes de la Dirección.
En diversas ocasiones, el líder de IU se ha mostrado convencido de que su organización aumentará su representación en las Cortes tras el 9-M, en primer lugar logrando un escaño por Sevilla. Además, Llamazares espera mejorar en Madrid, Vizcaya y Asturias, y mantenerse en Cataluña. A pesar de la guerra interna que tuvo lugar en Valencia, también espera mantener el escaño logrado en los últimos comicios.
Así, en un almuerzo en la Asociación de Periodistas Europeos (APE) a finales de enero, llegó a afirmar que él personalmente se sentiría "satisfecho con una subida al menos a siete diputados". En esta línea, planteó que a partir de los resultados, el PSOE tendrá que elegir entre pactar con su izquierda (IU-ICV, BNG y otros) o con la derecha nacionalista de CiU y el PNV. En este sentido, avisó a los socialistas de que IU no les "va a facilitar un menú a la carta sin una serie de garantías o ámbitos de decisión en el sector público".