BARCELONA/MADRID, 9 May. (OTR/PRESS) -
Después de una polémica que ha durado semanas en Cataluña y que alcanzó su cota máxima en la noche del lunes con la dimisión forzada del delegado de la Generalitat en Madrid, Raimon Martínez Fraile, el ex president del Gobierno catalán Pasqual Maragall reapareció hoy con un artículo en el diario 'La Vanguardia'. En él, el todavía presidente del PSC muestra su confianza en que "la agitación que se ha generado" a raíz de sus palabras "pueda ayudar a que el Estatut no sea impugnado" por el Tribunal Constitucional, hecho por el cual quizá se reafirme en su valoración de que si al final el texto es recortado todo el proceso "no ha valido la pena".
En el artículo publicado hoy por el rotativo catalán el ex president insiste en las declaraciones que ha realizado en los últimos días tanto en un diario italiano de tendencia progresista como a la revista catalana 'L'Avenç'. Así, insiste en considerar que se equivocó al plantear una reforma del Estatut antes que plantear una del artículo 2 de la Constitución española, una valoración que cree que es "un sentimiento compartido con la mayoría de los catalanes", al tiempo que considera que "si la polémica reciente ha servido para que en Madrid se den cuenta de lo que está en juego, deberíamos darnos por satisfechos".
"Si el Estatut acabara sufriendo un recorte a partir de una hipotética sentencia del Tribunal Constitucional, se podría llegar a considerar que todo el esfuerzo realizado durante tres años no ha valido la pena", señala Maragall, al tiempo que indica que un recorte del texto estatutario que tanto ruido ha creado en los últimos tres años "sería la confirmación de las sospechas nacionalistas tradicionales" de que "en España a lo máximo que podemos llegar es a soportarnos con resignación, a la 'conllevancia'".
El ex president reconoce "cierto desencanto" por su parte al constatar que, de sus dos objetivos, un nuevo Estatut y una España plural "sólo se ha conseguido uno y el otro se salda con una campaña contra la voluntad de entendimiento de Cataluña con los pueblos de España", además del hecho de que el primero de ellos ahora peligra ante el Tribunal Constitucional. "Vistas las cosas ahora, quizás habría sido mejor lo que intentábamos hacer hace 10 años, que era cambiar el artículo 2 de la Constitución", sentencia.
LA SEGUNDA VÍA
En este sentido, Maragall argumenta que "la segunda vía" de reformar el texto estatutario catalán "para conseguir el objetivo de una España plural" era "políticamente más factible, pero ofrece menos garantías de futuro". En todo caso, el ex president de la Generalitat dice esperar que el nuevo Estatut "no encalle en la Justicia" y confía en que "el sexto sentido" de la política española le sirva para resolver el conflicto. "Me extrañaría mucho que no supiesen lidiar con el toro del Estatut", concluye.
Además, el todavía presidente del PSC pasa por encima de la enorme polémica que han generado sus últimas declaraciones sobre el Estatut y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y asegura que piensa "ayudar a mi partido en las elecciones municipales" que se celebran el próximo 27 de mayo. "Asistiré a algunos actos de precampaña con candidatos socialistas o afines, algunos de ellos provenientes del mundo de Ciutadans pel Canvi. Y seguiré participando modestamente en el proyecto del Partido Democrático Europeo", termina.
