Marchena apunta dificultad en la Sala para un juicio a Puigdemont, pues 13 de sus 15 jueces han tocado el 'procés'

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Actualizado: miércoles, 16 octubre 2019 16:47

MADRID, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -

Reacciones tras la sentencia del procés

El presidente de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, Manuel Marchena, ha apuntado este miércoles a la "difícil situación" en la que, hipotéticamente se encontraría este órgano en el caso de tener que juzgar a otros encausados en la causa del 'procés' independentista en Cataluña --aludiendo sin citarlo a los huidos como el expresident dela Generalitat Carles Puigdemont-- debido al hecho de que 13 de los 15 magistrados que lo integran ya hayan tenido relación con este asunto en sus fases de instrucción o enjuiciamiento.

Durante su comparecencia ante la Comisión de Calificación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), donde ha presentado el proyecto para renovar el cargo por otros cinco años, Marchena ha apuntado a que a los 7 magistrados que han integrado la Sala del procés hay que sumar al instructor, Pablo Llarena, a los tres magistrados de la sala de recursos durante la instrucción, otro magistrado que sustituyó a uno de ellos que se puso enfermo y la juez Carmen Lamela --contaminada por haber instruido la causa contra el mayor de los Mossos d'Esquadra Josep Lluis Trapero en la Audiencia Nacional--.

Marchena ha añadido que aunque quizá anticipa un debate jurisprudencial sobre este asunto, y de que existe jurisprudencia del Tribunal Constitucional que avalaría que los mismos siete magistrados que vieron la causa contra el exvicepresidente Oriol Junqueras y los otros 11 líderes independentistas pudiera enjuiciar a los huidos (sin citar expresamente a ninguna de estas personas) lo cierto es que esta circunstancia sitúa a la Sala de lo Penal del Supremo en una "situación difícil".

"En otro tipo de juicio quizá esto pueda resolverse, pero habrá que estudiarlo al tratarse en este caso de magistrados que han valorado a 500 testigos, 12 acusados, metros cúbicos de papel y que podría tener que volver a enjuiciar hechos similares con distintos protagonistas, ello nos sitúa en una situación difícil", ha explicado para añadir que aún desconoce si la solución podría pasar por sustituciones u otro modelo.

Tras exponer brevemente sus principales objetivos a los vocales del órgano de gobierno de los jueces, Marchena ha sido preguntado directamente por el presidente del CGPJ, Carlos Lesmes sobre diversas cuestiones como la referida a los aforamientos de cargos públicos ante el alto tribunal, que el magistrado que renovará su cargo -ha sido el único en presentarse- ha abogado por reducir en número y ajustar en su "significado constitucional".

"En ocasiones me ha dado la impresión de que España se ha extendido la idea de que un cargo público no estaba bien visto si no tenía aforamiento, y esto es un error", ha añadido, para apuntar que la figura "no debería ser tomada como privilegio, es una prerrogativa".

El presidente de lo Penal del Supremo no ve problema con la ausencia de doble instancia penal, una cuestión que ya ha sido valorada por el Tribunal Constitucional y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) porque es mejor "ser juzgado por el Supremo que venir con una sentencia ya dictada" en la que no se puede practicar prueba, y donde "todo está hecho".

A lo largo de su intervención Marchena también se ha referido al juicio y elaboración de la sentencia del 'procés', del que ha destacado el "esfuerzo deliberativo" que ha exigido de los siete magistrados que componen la Sala, y ha calificado de "especial" tanto por su contenido como por los problemas que se han tenido que abordar a lo largo de todo el proceso.

Ha dicho también que una causa de estas características trastoca el trabajo de la Sala, ya que se celebró durante 4 meses con un amplio calendario y horario y obligó a librar de ponencias a todos sus miembros desde mucho antes del juicio en sí, para que pudieran instruirse sobre el mismo.

FILTRACIÓN DE LA SEDICIÓN

Lesmes también ha preguntado a Marchena por la filtración periodística que se produjo unos días antes de conocerse la sentencia del 'procés' relativa a que las condenas lo serían finalmente por sedición. A este respecto, el presidente del tribual ha señalado que este es un macroproceso "que fue macro desde el principio", en el que había que notificar a más de doce partes y en tres centros penitenciarios diferentes.

La sentencia era el "oscuro objeto de deseo de muchos" y la Sala era consciente, ha añadido, tras recordar que su propio correo personal fue 'hackeado' en busca de los documentos que pudiera estar intercambiando con otros miembros del tribunal.

En cuanto al hecho de que los medios adelantaran la sedición, Marchena ha explicado que antes del fin de semana hubo "pronósticos sobre el fallo que luego se han confirmado" y más tarde "informaciones más correctas" que él entiende que son "tratamientos de datos obtenidos a través de terceras personas" y otros "a los que se comenta un determinado dato".

Ha añadido en todo caso que lo ocurrido es "un mal" al que "hay que hacer frente" si bien hasta este momento no había trascendido nada de las deliberaciones, que se iniciaron apenas unos días después de que el juicio quedara visto para sentencia.

"Pero cuando cuando se busca una sentencia con el interés histórico y se llega a entrar en correo del ponente , existe un riesgo paralelo a ese interés", ha añadido, para acabar subrayando que hay quienes han reprochado la filtración "y aceptaron sin decir nada el fisgoneo en los correos".

ASUNTOS RECHAZADOS

En otro orden de cosas el presidente de lo Penal se ha referido al hecho de que, tras la reforma de la casación en 2015, el trabajo que entra en esta Sala haya experimentado un incremento del 95 por ciento, si bien ha puntualizado que cerca de un 85 por ciento de las cuestiones son inadmitidas, lo que supone estándares comunes a otros altos tribunales europeos.

En cuanto a su programa para el nuevo mandato, Marchena ha insistido en la necesitad de avanzar en los trabajos de digitalización -ha recordado que se creó una nube que evitó tener que gestionar metros cúbicos de papel en la causa del 'procés'- así como unificar el formato de las sentencias, evitando que los magistrados subrayen, utilicen cursivas o se excedan con expresiones latinas.

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