Acusa a Llamazares de sumar apoyos "morales" de fuera de la organización que "no se traducen en apoyo electoral"
MADRID, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
La candidata a liderar Izquierda Unida (IU) en las próximas elecciones generales, Marga Sanz, realiza un balance "optimista" de la primera semana de campaña, y considera que gracias a su labor "modesta pero activa" ha podido difundir su mensaje "masivamente" y puede ganar las primarias. Así se recoge en la Guía de Campaña para Activistas de su candidatura, a la que tuvo acceso Europa Press.
Este documento recoge una serie de argumentos frente a las críticas más frecuentes, y destaca que en la última fase de la campaña es previsible que se active el "voto del miedo, el discurso del miedo al cambio", algo que ya han experimentado durante lo que va de campaña. "Los ataques a nuestra candidatura parecen centrarse en un discurso de miedo al cambio", apunta el dossier.
Ante esta posibilidad, la guía aconseja presentar a Sanz como una candidatura "plural y unitaria, integrada por militantes que formaron parte de las tres listas que se enfrentaron en la última asamblea, por militantes que apoyaron a Llamazares en 2000, y formada por comunistas, Espacio Alternativo, independientes y otras corrientes de la izquierda alternativa".
La guía resalta que frente a esto, en la candidatura de Llamazares "ganan peso" los sectores que "más atacan a IU". Contra el argumento de las repercusiones electorales que la victoria de Sanz podría acarrear para la organización, señala que "es necesario un cambio" en la estrategia electoral de IU, y que Sanz representa "ese cambio y está capacitada para trabajar por su recuperación electoral".
En este sentido, plantea que para la recuperación electoral es "necesario recuperar el carácter alternativo de IU", ya que la estrategia de "acercamiento" al PSOE puede producir una "moderada mejora" de la valoración de los líderes, "como ocurre con Llamazares", pero produce una "menor identificación" de los votantes con el proyecto, como también "ocurre con Gaspar". A su juicio, esto lleva a sumar apoyos "morales" de fuera de la organización, que sin embargo "no se traducen en un apoyo electoral", por lo que aboga por un cambio en este planteamiento "comunicativo y electoral".
Asimismo, afirma que en un contexto de aumento del "bipartidismo y la crispación", es un "suicidio electoral" mantener una postura "poco diferenciada con el PSOE", al tiempo que aconseja resaltar la figura de la candidata como la que defiende la recuperación de los "elementos que llevaron a IU a sus mayores éxitos electorales".
APOYO DEL APARATO DE IU A LLAMAZARES
En este sentido, denuncia el apoyo del aparato de la Dirección de IU a la candidatura de Llamazares, algo que pretende contrarrestar mediante una campaña "capilar" de contacto directo con las bases, con un discurso "de cambio formulado en positivo, leal a la organización y a la ofensiva".
Tras una primera parte de campaña en la que Sanz se ha presentado como la opción para recuperar la fuerza social y electoral de IU, en esta segunda fase pretende transmitir la idea de que la "recuperación de la fuerza electoral de IU pasa por la recuperación de su perfil propio como organización política".
"Nuestra recuperación sólo vendrá como resultado de la recuperación organizativa de IU. Los continuos retrocesos electorales son directo resultado de nuestra pérdida de organización, de la debilidad de nuestras asambleas y de la pérdida de afiliados. El discurso de la candidatura de Marga Sanz relaciona recuperación electoral con la recuperación organizativa de IU", argumenta.
Asimismo, apuesta también por la recuperación del perfil propio de IU y de su propuesta programática, centrada en "dar solución a los problemas reales de los ciudadanos". Por eso, subraya que IU no puede seguir la agenda política marcada por PSOE y PP, puesto que aunque eso pueda proporcionar "cierta notoriedad, a medio plazo diluye" a la organización en el campo de los socialistas. "La recuperación electoral de IU viene dada de la recuperación del carácter alternativo de nuestro programa", destaca.
Según el documento, "la estrategia del discurso de la izquierda plural, que consiste en un acercamiento al PSOE con la intención de conseguir un mejor tratamiento mediático y así lograr un cierto nicho residual subalterno al espacio de la izquierda, que se renuncia a disputar al PSOE, ha demostrado ser errónea". Añade que "descuidar" el trabajo organizativo de IU ha provocado una pérdida de "fuerza social y electoral".
"LA BASE DE IU SON LOS ASALARIADOS"
En este sentido, la candidatura de Sanz aboga por una política de comunicación electoral diferente y "eficaz", dirigida a su base social, que tiene en común el rasgo de ser "mayoritariamente población asalariada". En su opinión, la recuperación electoral de IU pasa también por la "identificación" de sus sectores sociales y dirigirse de manera "prioritaria" a ellos, y no funcionando como un partido "atrápalo todo".
La guía defiende la importancia de la democracia y la participación interna como herramienta "imprescindible" para la recuperación de la coalición, así como de la defensa del proyecto de IU "y de su unidad". Por eso, recalca que esta consulta "no es una confrontación entre dos candidatos, sino entre dos proyectos".
Asimismo, se presenta a Sanz como la candidata "portadora de los elementos necesarios para la recuperación electoral de IU, capaz de enfrentarse a la derecha pero también de proponer las políticas de izquierda que el PSOE no es capaz de hacer". Resalta su capacidad para ganar el voto de mujeres y jóvenes y destaca que, de ganar las primarias, sería una "novedad en la historia política española", puesto que nunca antes una mujer habría sido candidata a presidenta del Gobierno.
Finalmente, se asegura que Sanz es la "expresión de un anhelo emergente de participación, cambio y pluralidad basado en el orgullo de militar en IU", y afirma que con ella habrá una mayor participación de los afiliados. Por ello, insiste en que ella es la candidata "del cambio, de la recuperación social y electoral de IU frente al declive actual", y resalta que una de sus principales bazas es la "ilusión de una militancia que cree en la recuperación electoral".
