MADRID, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha asegurado hoy que el Gobierno quiere, con la Ley de Acción Exterior, cuyo proyecto ha aprobado hoy el Consejo de Ministros, "tener una orquesta y no un conjunto de solistas desafinados". Además, se mostró convencido de que esta nueva norma no va a suponer un aumento de la conflictividad con Cataluña porque la oferta que hace, de que sus oficinas en el exterior se integren en las embajadas españolas, "es más que razonable", pero dejó claro que las CCAA que no acepten una opción "más barata y eficiente" para estas, verán publicada la recomendación del Ministerio y los argumentos ofrezca la autonomía para que los votantes tengan conocimiento.
García-Margallo realizó una explicación, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, del por qué y los objetivos del proyecto de Ley de Acción Exterior y se centró, en buena medida, en cómo afecta ésta a las CCAA, que en los últimos años han abierto multitud de oficinas o 'embajadas' en el exterior. El ministro, recordó los esfuerzos que se han hecho en cuatro ocasiones por sacar adelante esta Ley y mencionó que anteriormente no se había podido llevar a cabo precisamente por los problemas con las CCAA.
Esta vez es el quinto intento y después de realizar "37 o 38 anteproyectos" ha pasado a ser proyecto de Ley y aprobado por el Gobierno para ser remitido a las Cortes donde, según señaló, "podrá ser modificado gracias a la acción de las distintas fuerzas políticas" porque se trata de un texto "abierto".
Según el ministro, con esta Ley se quiere ganar en "eficiencia y ahorro" en un contexto de perspectivas financieras difíciles y responde a la necesidad de una "visión estratégica común, una consistencia de las actuaciones y una visión compartida" que "no sea un puro sumatorio de acciones" de "manera selvática y desordenada" como ha ocurrido hasta ahora.
EVITAR ACTUACIONES DE MANERA "SELVATICA Y DESORDENDADA"
"Se trata de tener una orquesta y no un conjunto de solistas desafinados", dijo en referencia a la necesidad de aunar y coordinar esfuerzos entre el Estado y el resto de agentes que puedan operar en la acción exterior como las CCAA.
Y estas precisamente fueron las que centraron buena parte de la explicación del ministro, quien quiso dejar claro que, en relación con las autonomías, lo "más importante e inteligente que ha dicho el Consejo de Estado es que el proyecto de Ley es absolutamente constitucional".
Además, señaló que el Gobierno ha atendido la petición de este órgano consultivo de que las recomendaciones que haga Exteriores, cuando un presidente o representantes de CCAA viaje al exterior, sean "motivadas". "Nunca se nos habría ocurrido hacer unas no motivadas", exclamó García-Margallo, quien admitió, no obstante, que incorporarán el adjetivo "motivadas" al proyecto de Ley.
En relación a la posibilidad que tienen las CCAA y que la Ley mantiene, de que puedan crear oficinas en el exterior, Margallo explicó que lo que plantea la nueva norma es que el Ministerio y el Comité Ejecutivo de Política Exterior digan si hay "alternativas más baratas y eficientes". En su opinión, es "más sensato" unir esfuerzos e instalarse en la representación de España en el exterior, en lugar de tener "oficinas dispersas y no coordinadas". De esta manera, precisó, se ahorra dinero y contarán con la experiencia de los expertos en cada asunto.
LOS VOTANTES SABRAN POR QUE UNA CCAA RECHAZA UNA OPCION MAS BARATA
No obstante, advirtió de que si las CCAA "desestiman la invitación" del Gobierno, "se prevé, siguiendo el procedimiento de déficit excesivo en Europa, que se hará pública la recomendación y la contestación de la CCAA, para que los votantes y ciudadanos sepan por qué se ha desechado una opción de ese tipo".
Según señaló Margallo, lo que se está haciendo con esta Ley es lo mismo que hace el Gobierno con su representación exterior, ya que éste se va a incorporar a las representaciones de la UE y de la Comunidad Iberoamericana, para "aumentar la potencia de fuego sin aumentar el gasto público".
En concreto y al ser preguntado si cree que la nueva norma aumentará la tensión con Cataluña, el ministro descartó que esto pueda ocurrir.
"Si yo he entendido bien los mensajes que se me han transmitido desde la Generalitat no debe suponer ningún aumento de la conflictividad sino lo contrario", aseguró y añadió que lo que está haciendo el Gobierno es ofrecer a la Generalitat, como al resto de las CCAA, "oportunidades que no tenían hasta ahora", como colaborar en la definición de una estrategia de acción exterior" y "todo el apoyo logístico" de la presentación de España en el exterior, es decir, de 118 embajadas unilaterales, las 11 multilaterales y los consulados. "Es una oferta más que razonable", exclamó y recalcó: "Me parece una oferta más de agradecer que de rechazar".
García-Margallo, quien dijo haberse reunido con buena parte de las 17 CCAA para explicarles el enfoque de la Ley, dijo estar seguro de que se va a entender con estas "para actuar todos juntos, creando sinergias".
En este sentido, explicó que las CCAA pueden hacer "acuerdos de entendimiento y ejecutivos" con otros países, pero dejó claro que eso lo podrán hacer siempre que no generen obligaciones para el Estado porque los acuerdos internacionales están reservados al Estado. "Se trata de saber que no se aprovecha un acuerdo ejecutivo o un convenio para, por la vía de atrás, hacer uno que invada competencias", apostilló.
No obstante, admitió que, en temas de imagen, hay "facetas de la vida" en las que será necesario utilizar una marca que no sea la marca España para vender un territorio concreto y puso como ejemplo la utilización de la marca "costa blanca" para vender Benidorm. Pero explicó que en otros asuntos si no se opera con la "marca España" no se es "nada" y señaló casos como ganar la licitación del AVE de la Meca a Medina, ampliar el Canal de Panamá, hacer los trenes de alta velocidad de Rusia, o renovar la flota ferroviaria en Kazajstan.
"Tampoco parece que tenga mucho sentido disparar con pólvora limitada, cuando se trata de solventar contenciosos como expropiaciones que hemos sufrido, porque eso o lo resuelve la embajada de España o no lo resuelve nadie", añadió.
García-Margallo resumió su exposición asegurando que esta ley es "un principio, no es posada, es camino, como diría Cervantes" y se completará con la Ley de Tratados, el informe anual de la Marca España, el plan cuatrienal de cooperación y la estrategia de la acción exterior.
En su opinión, el plan es "tan radical y revolucionario que necesita la cooperación de todos los ministerios, las CCAA, sindicatos, patronales y sociedad española en su conjunto" porque "no es un proyecto del Gobierno, ni siquiera del Estado, sino un proyecto de Nación".