Considera que debe abrirse "un proceso de reflexión" sobre el rigor punitivo de este tipo de delitos pero no se debe hacer "en caliente"
PAMPLONA, 1 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN), Juan Manuel Fernández, consideró esta mañana, acerca del asesinato de Mari Luz Cortés, que "parece evidente que ha habido una serie de errores en diferentes procesos que han coincidido en un final trágico que todos tenemos que lamentar profundamente". En su opinión "una pronta ejecución - de la sentencia- hubiera evitado, casi con toda seguridad, este fatal desenlace".
"No quiero aventurarme en diagnósticos porque, ni me corresponden, ni tengo datos suficientes para hacerlo", señaló, al tiempo que indicó que "por lo que ha trascendido hasta el momento" los problemas de organización en un juzgado por las "vicisitudes" que concernían a un funcionario han sido un elemento, "al parecer, importante en que la ejecutoria no se hubiera llevado a cabo".
Fernández matizó que deben lamentarlo "de una forma especial" quienes forman parte de la Administración de Justicia en cuanto que, según explicó, "todos" se ven "involucrados" y se sienten "de alguna manera responsables de ello".
"No se puede mirar para otro lado", afirmó y añadió que "hay que saber en primer lugar lo que ha pasado". En su opinión, "el análisis de lo que ha pasado en las diferentes causas es lo primordial". "Eso es lo que hay que hacer ahora, no es algo que se pueda aplazar", añadió.
En cuanto al debate acerca de la dureza de las penas en este tipo de delitos, el presidente del TSJN valoró que "siempre que se producen hechos que conmocionan a la opinión pública se abre inevitablemente un debate acerca de las benignidad de las penas y acerca del rigor punitivo".
Este debate, que según explicó "va en la dirección de solicitar un aumento en ese rigor punitivo y solicitar un aumento en las penas", no se debe hacer "en caliente". "La elaboración de una ley es un proceso reflexivo que debe ser hecho en condiciones de objetividad y frialdad haciendo abstracción del momento concreto en que se produce al que el legislador no puede ser ajeno", añadió.
Desde su punto de vista "la selección del momento no es una cuestión menor" y consideró que "probablemente este no sea el más adecuado para abrir ese debate". Pero dijo creer que "tampoco se puede mirar para otro lado, ignorar la realidad y no tomar nota de lo que ha pasado".
LAS CARENCIAS DE LA JUSTICIA EN ESPAÑA
Por otro lado, Fernández quiso significar que "la Administración de Justicia presenta serias carencias tecnológicas personales y materiales". Además, comentó que este el momento de hacer "una seria reflexión acerca de la organización judicial y los medios con los que cuenta para llevar a cabo su labor".
En este sentido, apuntó que "hay determinadas zonas de España donde estas carencias son más acusadas". La situación general de la Justicia en España es una situación "deficiente", según Fernández. A este respecto consideró que "queda mucho por hacer". Entre estas tareas pendientes están, para el presidente del TSJN, "la de una mayor y más estrecha colaboración entre los órganos judiciales".
"Tenemos el pleno convencimiento", afirmó, "de que no se pueden establecer compartimentos estanco". "La Administración de Justicia tiene que ser un todo corporativo, no formado por islotes independientes sin comunicación entre ellos", señaló.
UN REGISTRO PARA DETERMINADOS DELITOS
Fernández propuso "establecer un registro para determinados tipos de delitos que permitan a cualquier juzgado de cualquier punto del país conocer los antecedentes no sólo en los supuestos de sentencia firme, sino también de sentencias que estando pendientes de algún recurso cuentan un pronunciamiento al respecto".
El presidente del TSJN explicó que deben tomarse "medidas que permitan conocer al momento y en tiempo real cual es la situación de una persona". Fernández también consideró que los sistemas de información de la oficina judicial "no pueden ser los que eran hace 100 años". En su opinión "hay que pensar en nuevos modelos de organización que permitan no sólo optimizar los escasos recursos con los que se cuenta sino también dotar a los órganos judiciales de un sistema más rápido".
"Nos olvidamos a veces que el hacer justicia no acaba en el momento en que se dicta una sentencia", señaló. Y añadió que "las sentencias que no se ejecutan en el plazo correspondiente se convierten en papel mojado, en meras declaraciones carentes de efectividad y trascendencia práctica".
En este sentido, explicó que "la actividad jurisdiccional no es sólo juzgar, sino también ejecutar lo juzgado". "Los ciudadanos tenemos derecho a que se ejecuten en debida forma los pronunciamientos judiciales", concluyó.
