MADRID, 27 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Congreso, Manuel Marín, achacó hoy su retirada a la frustrada reforma del Reglamento de la Cámara Baja, pues dijo no estar acostumbrado a que le encarguen un trabajo y no poder hacerlo. Además, confiesa que prefiere irse cuando todavía le aprecian.
En declaraciones a Radio Nacional recogidas por Europa Press, Marín explicó que no se va "decepcionado", sino por "decisión propia", aunque reconoció cierta "amargura personal" al ver que no ha podido llevar acabo algunos de sus proyectos, fundamentalmente la reforma del reglamento, que estaba pendiente desde hace varias legislaturas. "Soy una persona muy cartesiana, creo en el orden y en el método, y no estoy acostumbrado a que me encarguen un trabajo para conseguir no hacerlo", indicó.
En ese sentido, y al ver que no podía hacer esos "ciertos trabajos", consideró oportuno irse cuando todavía se le aprecia. "Yo creo que es bueno cortarse la coleta cuando todavía el tendido te tiene un cierto aprecio --comentó--. Presentí que había llegado ese momento de cortarse la coleta, también para descubrir que fuera de la política también hay vida".
Reconoció también que a la legislatura que ahora termina "le ha faltado sobre todo entendimiento", incluso para cuestiones de funcionamiento ordinario en la Cámara. "Muchas veces era sacar hacia adelante puntos de acuerdos del orden del día y realmente resultaba inverosímil que tuviéramos que estar discutiendo horas y horas de cosas tan tontas", afirmó.
Añadió además "el mal humor" detectado en estos años en la clase política, un tema que no le ha gustado. "No comprendo por qué el mal humor es necesario en las relaciones humanas", se sinceró.
En el coloquio también estaban tres diputados del Grupo Mixto que, al igual que Marín, no volverán al Congreso la próxima legislatura al no presentarse a la reelección: Luis Mardones, de Coalición Canaria; José Antonio Labordeta, de la Chunta Aragonesista, y Begoña Lasagabaster, de Eusko Alkartasuna.
Mardones, que ha cumplido 25 años en el Congreso y más de 4.500 intervenciones, destacó que Marín "puso en primer lugar el interés institucional de sacar adelante la reforma del reglamento, que es imprescindible porque no se puede jugar un partido de futbol sin tener unas normas que condicionan a todos los jugadores".
SE PUEDE IR "CON LA CABEZA MUY ALTA"
Tras calificar al presidente del Congreso saliente como "un gran árbitro", señaló que Marín puede irse "con la cabeza bien alta": "Has sido un caballero de la política sometido a la incertidumbre de aquellos hechos que tú has denunciado y que te llevan a la nostalgia del pesimismo", apostilló.
Lasagabaster, diputada de EA con más de mil intervenciones en la Cámara, recordó que ha pasado 12 años en distintas ponencias encargadas de reformar el Reglamento del Congreso y ya vio que el problema no era la falta de tiempo, sino cuestión de voluntad de los dos grandes partidos.
Por su parte, Labordeta hizo hincapié en "todo el follón" que se ha montado cada miércoles en las sesiones de control del Congreso, un "espectáculo" del que culpa al PP: "Había un interés muy fuerte por algún partido de demostrar que el Congreso es un guirigay y que la gente no se entiende", dijo, si bien agregó que en las comisiones y otros órganos parlamentarios el clima era más constructivo.
"A mi me daba mucha pena entrar en el hemiciclo cada miércoles y ver a Manolo Marín cada día sufriendo desesperadamente --explicó--. Creo que ha sido la legislatura mas dura en muchos años y le ha tocado a él".
Con independencia de que haya que convocar alguna reunión de la Diputación Permanente del Congreso en estos meses, cosa que ve "probable", Marín indicó que su objetivo inmediato es que los diputados que surjan de las elecciones de marzo llegue a la Cámara en abril con todo lo que se ha construido esta legislatura, "desde la asignación del despacho a los elementos de apoyo, asistentes, etcétera".
